No es solo “entretenimiento”. Para la Organización Mundial de la Salud, el juego de apuestas genera daños sociales y de salud mental y puede elevar incluso el riesgo de suicidio; el gasto excesivo desplaza el consumo esencial y provoca endeudamiento y deterioro familiar. El abordaje recomendado es de salud pública, no sólo de “responsabilidad individual”.
Pero un impuesto de este calibre exige implementación fina. De acuerdo con la psicóloga clínica Leticia Esquivel, las adicciones muchas veces necesitan de un trabajo en paralelo educativo, una menor exposición a campañas publicitarias y cooperación con organismos de salud y la industria privada.
“Muchos usuarios que tienen problemas de sobrepeso por un consumo excesivo de azúcar poco se detienen cuando sube el costo, lo mismo que al ver las advertencias de nutrición. El problema en el caso de la ludopatía es el acceso inmediato a través de un teléfono y con la disposición de encontrar donde jugar las 24 horas”, apuntó la especialista.
En los últimos años, varios países tratan el juego en línea como asunto de salud pública y de recaudación. El Reino Unido expandió su red de clínicas y reportó un salto de casi 130% en derivaciones por adicción al juego, con un sistema sanitario que ya reconoce el problema como creciente y costoso.
En Estados Unidos, el laboratorio es Nueva York, aplica un 51% de impuesto sobre ingresos brutos a las apuestas deportivas móviles, de acuerdo a la comisión de juego de este estado, los recursos se destinan a educación y a tratamiento del juego problemático.
La evidencia muestra que tasas tan altas aumentan la recaudación, pero también presionan a operadores a ajustar cuotas u ofrecer menos promociones, con riesgo de empujar a parte de los usuarios hacia mercados grises si la experiencia se vuelve menos atractiva.
Por su arte, la Comisión de The Lancet Public Health pide tratar el juego como un riesgo sanitario que requiere regulación de producto, publicidad, accesibilidad y diseño de plataformas.
Algunas empresas que operan en el país, como Caliente, Codere o Playdoit serían de las más afectadas, sin embargo no han emitido una postura oficial en torno a las acciones que podrían emprender de aprobarse esta iniciativa.