De hecho, TML ya había sido el objeto del deseo para Zuckerberg, pues no se trata de la primera ocasión en que se acerca a ella. En agosto, por ejemplo, como parte de su agresiva campaña de reclutamiento, el empresario lanzó una oferta para comprar TML, pero su directora, la propia Mira Murati, lo rechazó.
Asimismo, más de una docena de personas del equipo de desarrollo de TML recibieron ofertas laborales por parte de Meta, las cuales superan los 1,000 millones de dólares pagados a lo largo de varios años.
No obstante, según informes, la mayor parte de los ingenieros no aceptaron tales ofertas a pesar de las grandes sumas de dinero. El motivo principal del rechazo hacia Meta fue el no estar interesados en el enfoque de la compañía en torno a la tecnología, mientras que otros están escépticos de Alexandr Wang como director del laboratorio.
En contraste, la perspectiva de Murati respecto al sector dista mucho de las opciones más comerciales y populares, pues ella y su equipo se especializan en crear soluciones que respondan a los indicadores clave de rendimiento (KPIs) de sus clientes, es decir, permiten que cada organización defina los objetivos y parámetros que guiarán el comportamiento del sistema.
Las propuestas de Zuckerberg e incluso la de Sam Altman, por otra parte, se basan en crear grandes modelos generales que se asemejen al funcionamiento del cerebro humano, incluso hasta el punto de intentar superarlo para que usuarios y negocios cumplan con determinadas metas.
A pesar de que en este momento Thinking Machines Labs cuenta con menos de un año de existencia, la financiación que consiguió le da dinero suficiente como para invertir en la retención de su talento.
A mediados de julio cerró una ronda inicial de 2,000 millones de dólares en donde participaron grandes empresas del sector, como Nvidia, Accel, ServiceNow, Cisco y AMD, entre otras, además de que valoró a la startup en 12,000 millones de dólares.
No obstante, Tulloch aceptó un paquete de compensación que podría haber alcanzado los 1,500 millones de dólares en al menos seis años, de acuerdo con información del Journal, el cual reportó que Tulloch ya tenía experiencia con Zuckerberg, pues anteriormente trabajó en el Grupo de Investigación de IA de Facebook.