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Repartidores denuncian más cargas y caída de 30% en ingresos por piloto del IMSS

A la mitad del camino de la prueba piloto que brinda seguridad a trabajadores digitales, repartidores perciben más cargas que beneficios.
jue 16 octubre 2025 05:41 PM
“Gano 30% menos”: Repartidores acusan caída de ingresos tras afiliación obligatoria al IMSS
“En el papel nos dicen que tenemos más derechos, pero en la cartera yo traigo menos dinero”, dijo un repartidor a Expansión. (Foto: Victoria Valtierra Ruvalcaba/Cuartoscuro )

Han pasado tres meses y medio desde que arrancó el programa piloto que incorpora a trabajadores de plataformas digitales al régimen de seguridad social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y para Edgar Balderas, vocero de Repartidores Unidos de México (RUM), hasta ahora el resultado ha sido una disminución en los pedidos y aumento en los impuestos.

De acuerdo con Balderas, sus ingresos personales han caído alrededor de 30% desde el inició de la prueba, algo que atribuye al aumento de costos para amortiguar el piloto, una medida que hasta el momento solo Uber confirmó con un ajuste del 7% en tarifas, y al cálculo final de sus ingresos.

El nuevo modelo del IMSS obliga a dividir las ganancias de los trabajadores en dos bloques: ingreso neto y gasto operativo. Sobre el primero se calcula la aportación a la seguridad social. Así, lo que antes se recibía íntegro, ahora se reparte entre aportaciones al IMSS y combustible, mantenimiento o renta del vehículo.

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A ello se suma una reciente modificación publicada por el gobierno federal que reduce el porcentaje de gastos operativos reconocidos para la seguridad social. En el caso de los motociclistas, pasó de 50 a 40%, mientras que para conductores bajó del 60 a 55% y para repartidores no motorizados de 15 a 12%. Esto significa que una porción mayor de sus ingresos será considerada base salarial para cotización y por lo tanto retenida, ampliando la cobertura pero también el costo directo para el trabajador y la plataforma.

Cuando la reforma se discutía, los trabajadores digitales ya advertían que si el Estado obligaba a las plataformas a pagar una cuota patronal, estas lo trasladarían en forma de tarifas más altas, y quienes terminarían pagando serían ellos mismos y los consumidores. Ese escenario, comenta Balderas, ya está ocurriendo.

“En el papel nos dicen que tenemos más derechos, pero en la cartera yo traigo menos dinero”, resume el vocero de RUM.

AlianzaIn México, que agrupa a las plataformas Uber, DiDi y Rappi, afirma que si bien los primeros meses han permitido recabar información técnica y establecer mesas de coordinación con las autoridades, también reconoce que será necesario ajustar procesos como el cálculo del ingreso neto o la clasificación de los riesgos de trabajo antes de pensar en consolidar la reforma como política permanente.

“En términos generales, podemos decir que el período piloto ha avanzado, pero aún se requiere tiempo y colaboración continúa para obtener la información suficiente que permita una evaluación técnica, informada y responsable del modelo”, refiere la agrupación a través de una postura oficial enviada a Expansión.

La visión de AlianzaIn es que este sigue siendo un momento para identificar áreas de oportunidad. Como puntos positivos comenta que se mantiene una comunicación constante, tanto a nivel asociación como de forma individual por parte de las plataformas digitales, con las áreas técnicas del IMSS en temas como el proceso de alta, baja y cambios de sueldo, que se hacen mes con mes conforme a los lineamientos del piloto. También se abordan temas técnicos que requieren mayor claridad, como la calificación de riesgos de trabajo y la continuidad en el acceso a servicios médicos.

Aunque desde RUM también reconocen y celebran la apertura de espacios de diálogo con las autoridades, refieren que lo dicho en estos encuentros y a veces asentado en el papel no termina de reflejarse en las calles.

Para Balderas, los costos parecen superar los beneficios: “Si pudiera regresar en el tiempo, preferiría no tener seguridad social”, reconoce, reflejando la percepción de muchos trabajadores que sienten que los nuevos impuestos, las obligaciones legales y los retos diarios del reparto erosionan sus ingresos más que protegerlos.

Además, relata que la promesa de seguridad social se ha topado con la realidad de un sistema engorroso.

“Ha habido compañeros que han solicitado la incapacidad y hemos notado que falta muchísima capacitación para todo el personal operativo, porque no llegan a visibilizar a los repartidores”, comenta Balderas.

Esto, dice, provoca que sigan usando los seguros privados ofrecidos las plataformas resultan más ágiles y prácticos, aunque dependen de la empresa y no ofrecen la misma protección.

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Plataformas y repartidores temen por nuevo impuesto

A la mitad del camino también surge un nuevo frente de preocupación para los repartidores: el impuesto del 2% al uso de vías públicas que se busca aplicar a las plataformas de reparto en la Ciudad de México. Aunque la medida está dirigida formalmente a las empresas, los trabajadores advierten que los costos terminarán trasladándose a ellos, afectando directamente sus ingresos.

El impuesto, aprobado originalmente en diciembre de 2021 a través del Código Fiscal de la CDMX, había sido suspendido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en junio de 2025 tras declarar su inconstitucionalidad por tratarse de un gravamen que el organismo catalogó como no permitido.

Sin embargo, el caso se volvió a abrir pues fue impugnado por empresas del sector al considerar que establece un trato fiscal discriminatorio frente a otros prestadores de servicios similares, por lo que la SCJN revisará la constitucionalidad del mismo.

Tanto AlianzaIn México como RUM solicitaron a la Corte no aprobar este cobro, pues consideran que afecta no solo a los repartidores, sino también a pequeños y medianos negocios y a millones de consumidores.

Desde la perspectiva de la economía digital, este tipo de impuestos podría frenar la innovación y generar un efecto sistémico preocupante, afectando a otras entidades federativas y comprometiendo la competitividad de México en el marco del T-MEC.

Para los repartidores, representa una nueva presión económica sobre sus ya frágiles ingresos.

Entre la incertidumbre del impuesto del 2% y la afiliación obligatoria al IMSS, los trabajadores digitales enfrentan una encrucijada, dice Balderas: adaptarse a un modelo sí les da mayor formalidad, pero que hasta ahora ha traído menos pedidos, más cargas económicas y pocas mejoras tangibles en su entorno laboral.

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