TSMC, a pesar de ser la empresa más importante de Taiwán a nivel tecnológico, ha hecho importantes acuerdos con la administración Trump. Una muestra de ello es la inversión de 165,000 millones de dólares que anunció a inicios de 2025.
Asimismo, la planta de fabricación en Arizona finalmente se puso en marcha. Ahí es donde se producen los chips Blackwell, los más avanzados de Nvidia, de acuerdo con su CEO, Jensen Huang, pero también se producirán chips de AMD, como los Ryzen 9000.
Huang también resaltó el objetivo de Trump para la reindustrialización de Estados Unidos y así devolverle el puesto de liderazgo al país en la industria tecnológica más importante del mundo y, por ahora, su estrategia arancelaria ya tiene varios ejemplos concretos.
Mientras compañías como Apple también intentan dejar de lado a China y priorizar la fabricación de sus iPhone en países con aranceles más bajos, como India o Brasil, TSMC e Intel están poniendo manos a la obra para fabricar de forma local.
Según las declaraciones de ambas compañías, el proceso de fabricación de las obleas de Blackwell se adaptó rápidamente en la planta de Arizona, que es prácticamente la más avanzada de Estados Unidos en este momento, pues fue capaz de crear el chip en tan solo seis meses.
Además, según dijo TSMC, tienen previsto introducir tecnologías de fabricación más avanzadas para chips de última generación con nodos que van desde los 4 nanómetros, pasando por los 3 nm, los 2 nm y hasta los 1.6 nanómetros.
La fabricación dentro de Estados Unidos no es algo sencillo de lograr y por ello es significativo que Intel también lo está haciendo. Hace un par de semanas, la empresa presentó sus nuevos procesadores hechos completamente en EU.
Si bien a nivel tecnológico, el proceso de TSMC puede resultar más avanzado por el momento, la empresa quiere apelar a innovaciones clave en su arquitectura –RibbonFET y PowerVIa– para ser más atractiva para los clientes externos.