“Queremos estar en todas partes, en todas las plataformas. Queremos asegurarnos de que, ya sean consolas, PC, dispositivos móviles, juegos en la nube o televisión, los jugadores de todo el mundo disfruten de nuestros juegos”, señaló el ejecutivo, quien a nivel de percepción pública ya tiene un rol de mayor peso en Xbox que el propio Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming.
Estas declaraciones encuentran eco en Sarah Bond, presidenta de Xbox, quien declaró que el próximo objetivo de la empresa es crear una “plataforma de juegos” que siempre esté con el usuario y para ello están trabajando “estrechamente con el equipo de Windows”.
Su enfoque de estar en varias plataformas más allá de una consola responde a la necesidad de diversificar y hacer evolucionar el negocio de los videojuegos y llevarlo hacia los medios interactivos, de acuerdo con declaraciones de Nadella, pues “al fin y al cabo, la competencia de los videojuegos no son otros videojuegos, sino los videos cortos”.
Game Pass, la estrategia que no encanta
La idea de una vasta biblioteca de juegos disponibles a cualquier hora, como Game Pass, parecía ser la clave para conquistar a los gamers, pero esa premisa también se ha alejado de su objetivo inicial, debido a decisiones polémicas en contra de los usuarios, como subir el precio de la suscripción.
En México, por ejemplo, el plan Ultimate pasó de 299 a 449 pesos, un alza considerable que se replicó alrededor del mundo y por la cual, según datos PC Guide, siete de cada 10 usuarios consideraban cancelar el servicio .
Por otra parte, contrario a lo que se podría pensar, los suscriptores de Game Pass no juegan a más títulos en comparación a los propietarios de PlayStation aun cuando tienen una mayor cantidad de juegos a su disposición, según con un reciente informe de la consultora Newzoo.
De acuerdo con Emmanuel Rosier, director de inteligencia de mercado de Newzoo, “a pesar de todos los esfuerzos realizados por Microsoft con Game Pass (la adquisición de muchos estudios y el lanzamiento de juegos muy alta calidad) nos costó encontrar un comportamiento significativamente diferente con los jugadores de PlayStation. Los jugadores de Xbox no parecen estar dedicando más tiempo a más juegos. Tampoco parecen estar jugando más”.
Una alianza que no saca el potencial de Xbox en portátil
Aunque Bond ha dicho en diversas ocasiones que Xbox no saldrá del mercado de consolas y su siguiente generación llegará pronto, la reciente alianza con ASUS pretende ocupar ese espacio que poco a poco va quedando libre, pero ¿qué tan relevante es este nuevo dispositivo para los usuarios de Xbox?
La ROG Xbox Ally X se siente como una versión refinada y más ambiciosa de la primera generación del Ally. Los controles están claramente rediseñados para que se parezcan más a un mando Xbox tradicional, lo que da una ergonomía mucho más cómoda, especialmente durante sesiones largas. No se siente forzada ni “experimental”, más bien es una forma madura, redondeada y balanceada.
En cuanto al desempeño, el salto generacional es evidente. En su interior late un chip AMD Ryzen AI Z2 Extreme, una APU muy potente especialmente para un equipo portátil, y viene acompañado por 24GB de RAM y un SSD de 1TB, lo que le permite mover juegos AAA exigentes sin sacrificar mucho la fluidez. En pruebas de uso real, sus modos de potencia permiten ajustar según tus necesidades, que van desde exprimirla para máximo rendimiento o ahorrar batería si quieres jugar un rato tranquilo.
Y hablando de batería, aquí también hay mejoras notables. La Ally X monta una pila de 80 watts, mucho más grande que la de modelos anteriores, lo que se traduce en tiempos de juego decentes si usas modos menos exigentes. En el Silent Mode es posible alcanzar alrededor de cuatro horas, mientras que en Turbo son alrededor de 2 a 2 horas y media.
La pantalla también es un punto destacado. Tiene 7 pulgadas, resolución Full HD (1080p) y tasa de refresco hasta 120Hz, lo que la hace muy adecuada para juegos rápidos o para aprovechar la fluidez que la APU brinda. Esa combinación de panel más potencia ayuda a que muchas experiencias gráficas se mantengan suaves y visualmente atractivas sin que el dispositivo se sienta sobrecargado.
Donde la alianza con Xbox es más visible es en la integración con la experiencia de Game Pass, que se muestra con un botón dedicado a esta aplicación, el cual te lleva a tu biblioteca de juegos; sin embargo, el hecho de que sea el caso de uso esté ahí, disponible, no significa que sea buena una buena integración, pues esa sensación de “Xbox portátil” tiene un límite, y es que al fin y al cabo, el sistema operativo es Windows 11, no uno propio de Xbox.
Aunque tiene un modo llamado “Full Screen Experience” para simular algo más parecido a una consola tradicional, la base del software no deja de ser Windows con su escritorio, sus notificaciones y sus aplicaciones. No siempre parece natural acceder a tus juegos como lo harías en una Xbox convencional, de hecho puede sentirse un poco desarticulado, especialmente si estás acostumbrado a las consolas de sobremesa.
Otro punto relevante es el precio. Con un costo de 19,999 pesos no es una compra ligera, pero sí una inversión seria que incluso se puede extender por varios terrenos. Es decir, si solo vas a usar Game Pass o juegos ligeros, este no es tu dispositivo, pero si vas a aprovechar su potencia y además lo sabes utilizar como una computadora portátil, este gadget sí te puede ser útil.
La nueva ROG Xbox Ally X, entonces, se siente como un híbrido poderoso que flaquea en la experiencia de “Xbox pura”. No es un sistema cerrado diseñado exclusivamente para juegos, sino un PC optimizado para jugar, y eso puede ser tanto una ventaja como una limitación, dependiendo de qué tipo de jugador eres.