El cineasta que miró hacia el mundo privado de las leyendas de los años 60
Filmó la luna de miel de John Lennon y animó a Andy Warhol a iniciarse en el cine. Así que tiene sentido que el cineasta y fotógrafo Jonas Mekas, a menudo considerado como el precursor del cine de vanguardia estadounidense, tenga muchas historias.
Desde el año 2000, Mekas ha estado organizando su material predigital en carpetas, cajas y estantes para darle un sentido.
"Mi departamento es como una chatarrería", dijo por teléfono desde Brooklyn. "Puedo abarcar 70 años de imágenes o cartas en 15 minutos. He aprendido a mantener un índice muy cuidadoso".
Ahora, con 94 años, compiló sus recuerdos más preciados en A Dance with Fred Astaire. Una mezcla de diario y álbum, el libro es un recorrido analógico a través de la carrera del artista desde la década de 1950 hasta la década de 1990, e incluye recuerdos como cartas escritas a máquina de Norman Mailer y fotos de Jackie Kennedy.
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"Es como una autobiografía en anécdotas", explicó Mekas. "El libro muestra la historia del cine independiente, la escena artística neoyorquina y todo lo que estaba sucediendo durante los años sesenta y setenta".
Parte de una época
Mekas llegó a la ciudad de Nueva York como refugiado en 1949. Originario de Lituania, cuando intentaba escapar de la guerra fue detenido en un campo de trabajos forzados en Hamburgo, en 1944, antes de llegar al extranjero.
En 1954, él y su hermano Adolfas comenzaron la revista Film Culture, donde se hizo amigo de los escritores Beat Jack Kerouac y William S. Burroughs. A través de su trabajo con la Film-Makers Cooperative, que cofundó en 1962, conoció a personajes como Lennon, Warhol y Nico de Velvet Underground. Y en su película pionera de 1969 Walden, Mekas reventó una protesta antibélica con Allen Ginsberg y Norman Mailer.
De hecho, parece que el camino de Mekas se cruzó con todas las luminarias creativas en Nueva York, desde el dramaturgo Arthur Miller y el novelista Aldous Huxley hasta el fundador del movimiento artístico Fluxus George Maciunas y el comediante Lenny Bruce. ¿Pero cómo se las arregló para conocerlos? Mekas tiene una respuesta simple.
"Las personas en el libro fueron parte de de la época", dijo. "John Lennon, Jack Smith, Jackie Kennedy y Andy Warhol son personas importantes, pero sucedió que nuestras vidas se tocaron y trabajamos juntos".
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Antes de la fama
Mekas recuerda haber conocido a Warhol en 1961, cuando éste todavía estaba decidiendo qué hacer como artista.
"Andy estaba sentado en el piso de mi loft viendo películas conmigo", dijo Mekas. "Comenzamos a hablar de arte y cine y poco después comenzó a hacer películas. Tuvo una gran exhibición en 1965. El reconocimiento vino después".
De manera similar, Mekas conoció a Ono en 1960, cuando ella era una artista emergente en la escena artística de Nueva York. Dice que él le dio un trabajo en Film Culture y actuó como su patrocinador para que se pudiera quedar en Estados Unidos. Luego, en 1969, Mekas filmó a Ono y Lennon en su luna de miel en el Hotel King Edward en Toronto, donde organizaron una protesta de paz en la cama.
"Estaban muy unidos y muy enamorados cuando los conocí", relata. "John era muy relajado y amigable, podías ser abierto y directo con él. Nos convertimos en una familia".
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El título del libro, A Dance with Fred Astaire (Un baile con Fred Astaire) remite a la relación de Mekas con Ono. En 1972, Ono contrató a Fred Astaire para que bailara para una escena de su película Imagine. Luego le pidió a Mekas que le hiciera segunda a Astaire, haciendo movimientos de baile similares, sin ningún ensayo. "Fue un momento memorable", dijo Mekas.
A Dance with Fred Astaire también comparte anécdotas del artista español Salvador Dalí, que estaba interesado en la escena artística de Nueva York y una audiencia más joven. Mekas entabló amistad con el surrealista y en 1964 filmaron una serie de cortos llamados Happenings. Mekas ayudó en el rodaje y también actuó en ellos.
"Nueva York y la sociedad era un teatro para Dalí", dijo. "Era un actor que interpretaba un papel y se divertía. Realmente inventó una personalidad diferente en público. Creó un personaje para su arte".
El libro termina en 1995, cuando Mekas se transformó en un fotógrafo digital. Sus recuerdos predigitales son una oda a lo que alguna vez fue la ciudad de Nueva York. A pesar de su gran archivo de recuerdos, Mekas no se preocupa por el legado que quiere dejar cuando ya no esté, dice que no depende de él.
"Las cosas van y vienen, todo será polvo de todos modos", expresó. "No deberíamos trabajar por nosotros mismos, deberíamos ayudarnos unos a otros".
"A Dance with Fred Astaire" de Jonas Mekas, publicado por Anthology Editions, ya está a la venta.