Un estudio de grabación en una isla remota noruega: el perfecto entorno creativo
En la costa noroeste de Noruega se halla una pequeña isla completamente llana llamada Giske. Está rodeada de fiordos y montañas por un lado, y el vasto océano Atlántico Norte por el otro.
Con alrededor de 700 habitantes, la vida aquí es muy tranquila, a pesar del rugido casi constante del viento.
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Pero Giske ha recibido una serie de músicos muy respetados. Gente como Arcade Fire, Sampha y la legendaria banda A-ha de los años 80, todos acuden a este lugar remoto.
Vienen por una razón: junto a la orilla del antiguo puerto de la isla, dentro de lo que parece un viejo cobertizo para botes, hay un estudio de grabación de renombre internacional.
Como también cuenta con alojamiento, los artistas pueden comer, dormir y hacer música bajo un mismo techo.
Ocean Sound
El estudio se llama Ocean Sound Recordings y fue construido por los primos y exmúsicos Ante Giskeødegård y Lars Giskeødegård, quienes tienen una particular relación con el lugar.
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"Nací y me crié en Giske. Donde está el estudio, es donde solíamos jugar cuando éramos niños. Así que tiene un significado especial para mí", explicó Ante.
Mientras que muchos estudios de grabación tradicionales se construyen dentro de edificios existentes, Ocean Sound Recordings fue diseñado desde cero con una sola aspiración: ser el ambiente perfecto para que los artistas hagan música.
En el exterior, la principal preocupación era la forma en que aromizaría con el entorno, reflejando el paisaje y la arquitectura circundantes.
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En el interior, el enfoque fue crear un ambiente cálido y acogedor con alfombras y tapetes vintage, accesorios de madera y muebles de hermoso diseño. Además del impacto emocional que tienen estos elementos de diseño, la acústica sigue siendo la más alta prioridad, y cada elemento ayuda a lograr este objetivo.
Las vistas
Uno de los mayores desafíos de diseño fueron las ventanas. La mayoría de los estudios de grabación no tienen ventanas porque el vidrio devuelve las ondas sonoras. Pero sacrificar la vista no era una opción, ya que la ubicación y el paisaje son los ingredientes secretos de la experiencia creativa según Ante.
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"Cuando estás en el estudio de grabación es casi como si estuvieras en un bote. Todo lo que puedes ver es el mar, y las olas y el cielo a tu alrededor y eso provoca algo. Son cercanas... la naturaleza y la música están realmente cerca una de la otra, y en algún punto intermedio está la creatividad. No sé qué es, pero simplemente funciona".
