Mapaches, águilas y ciervos, el verdadero lado salvaje de Nueva York
Coyotes en el Bronx, águilas calvas en Queens, mapaches y halcones de cola roja en Manhattan, búhos reales en Brooklyn o ciervos de cola blanca en Staten Island: una abundante fauna silvestre reside en Nueva York, la jungla de cemento.
La convivencia entre millones de animales salvajes y 8.5 millones de humanos no siempre es fácil. A los neoyorquinos les encanta la fauna hasta que un coyote se come a su gato o a su conejo. O hasta que un ciervo se da un banquete con su cultivo de tomates orgánicos.
Nueva York posee 11,735 hectáreas de parques, donde está prohibido cazar y no posee casi depredadores naturales, la fauna silvestre viene en aumento desde hace unos 30 años, explica Jason Munshi-South, profesor de biología de la universidad Fordham.
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En esta ciudad viven miles de ardillas y mapaches -al menos un centenar de estos últimos en el Central Park-, un par de miles de ciervos y medio centenar de coyotes.
Y vida marina: han reaparecido focas en las rocas de la bahía Pelham de Bronx, y ocasionales ballenas en las aguas de Queens.
Coyotes en la ciudad
Los expertos dicen que no hay razones para temer a los coyotes, difíciles de avistar porque se trasladan silenciosamente en la noche. Asimismo, recomiendan mantenerse lejos y no darles de comer.
"Tenemos que dar a las personas herramientas para coexistir mejor con la fauna silvestre. Si no sabes que hay 2,000 ciervos en Staten Island y conduces muy rápido, es posible que atropelles a uno", explicó Richard Simon, director de fauna silvestre del gobierno de Nueva York.
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La ciudad creó una unidad de fauna silvestre a fines de 2016, e implementa desde entonces un programa que esterilizó a cerca del 95% de la población masculina de ciervos de Staten Island, unos 1,100 animales, según estimaciones de Simon.
Una reciente campaña municipal en el metro y en paradas de autobús exhibió fotos de varios animales silvestres junto a la leyenda "neoyorquino", y urgió a no darles de comer.
"No hay razones para dar a una ardilla un hot dog o un pretzel", dijo Simon.
Los animales pierden el miedo a los humanos cuando éstos los alimentan. Las ardillas son la causa número uno de mordeduras en Nueva York, recuerda. A veces, los mapaches del Central Park incluso intentan abrir los bolsos de la gente y sacar comida.