Esta compañía convierte tu clásico en un vehículo de alta tecnología
(CNN) - Mientras que la mayoría de los entusiastas de los automóviles antiguos buscan devolverlos a su antiguo esplendor, Jonathan Ward valora y preserva la belleza en su decadencia, pero bajo el capó oculta un secreto de alta tecnología.
Ward es el fundador de ICON, una empresa con sede en California que reimagina vehículos clásicos como el Toyota FJ y el Ford Bronco con tecnología y materiales modernos.
Aunque esa es la parte central del negocio, Ward tiene otra pasión más inusual: toma coches antiguos y, en lugar de restaurarlos para que se vean y se conduzcan de la manera en que fueron creados, preserva el deterioro que los años han infligido, manteniendo su exterior pero actualizando las entrañas para una conducción con tecnología puntera. Es un proyecto que él llama "Derelict" (algo así como ‘ruinoso’ o ‘abandonado’).
"La idea de la serie Derelict es que trabajamos mucho para hacer que parezca que no funciona, que es un vehículo destartalado. Queremos capturar la belleza que solo es posible a través de la pátina que deja el tiempo. De modo que ese deterioro natural, ese color raído, ese rasguño, esa abolladura cuenten una historia ", dijo.
Cada encargo es completamente único, y se dice que Jonathan Ive de Apple es uno de los clientes. Una vez que el concepto está decidido, comienza el proceso de encontrar modelos muy específicos.
"Una vez que tenemos luz verde, lanzo una alerta a una red de rastreadores que trabajan para nosotros que nos ayudan a buscar estos vehículos. Pueden ser empleados de servicios de paquetería porque conocen las cocheras de todos o incluso un par de bomberos, que saben lo que se esconde aquí y allá, o hasta un simple anuncio en internet. Conseguimos el vehículo y lo traemos al taller".
Este proceso puede tomar de 72 horas a dos años, e incluso ha habido ocasiones en las que se tuvo que abandonar la búsqueda.
Para alcanzar los resultados que Ward desea, sus técnicos e ingenieros tienen que emplear algunos procesos bastante únicos. En el taller, hay de todo, desde maquinaria aeroespacial utilizada a principios de los años 1900, hasta lo último en tecnología láser.
El resultado parece un auto que pudo haber sido encontrado en un granero, pero en una inspección más cercana cada elemento ha sido cuidadosamente diseñado y seleccionado para lograr una estética uniforme, pero también una experiencia de conducción moderna. Imagina una camioneta Thriftmaster oxidada que va tan rápido como un automóvil deportivo.
Es un concepto un tanto radical en la industria de los coches de lujo. "Mucha gente mira los proyectos Derelict y dice, ‘¿Por qué diablos alguien gastaría todo ese tiempo y dinero en algo que se ve destartalado?’ No todos lo entienden, llegan a costar 500 mil dólares", explicó Ward.
Cada año, ICON entrega alrededor de 250 vehículos, pero los Derelict son los más raros. Solo producen alrededor de tres o cuatro por año, así que, en total, han entregado poco menos de dos docenas.
"El modelo de negocio de la colección Derelicts es bastante estúpido. A fin de año tenemos suerte si salimos tablas", admitió.
"Estamos constantemente a la vanguardia desde el punto de vista del diseño y la ingeniería. Intentamos asegurarnos de no hacer nada que anule la capacidad en carretera al tiempo que ponderamos decisiones para no dañar la estética del diseño. Ese es el arte que hacemos".