Última llamada para darle bienestar a los mexicanos

(Expansión) – En México, el bienestar de la población dejó de crecer. Después de décadas de progreso, en los que se redujo la mortalidad infantil y se aumentaron los años que esperan vivir los mexicanos, los esfuerzos se vienen abajo: En tan solo dos décadas, el sobrepeso, la obesidad y la diabetes se convirtieron en una epidemia.

De 1980 a 2000, el porcentaje de población con diabetes aumentó 87% y pasó de ser la novena a la primera causa de muerte en el país. El sobrepeso y la obesidad afectan ya a dos terceras partes de la población adulta y una tercera de los niños.

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Otras enfermedades crónico degenerativas, como el cáncer, la hipertensión y los padecimientos cardiacos también han aumentado sus tasas. Al igual que la diabetes, son enfermedades llamadas silenciosas y, en muchos de los casos, se detectan cuando ya el tratamiento es demasiado costoso.

Eso multiplica los problemas del sistema de salud y de la población en general, que tiene que asumir gran parte del gasto en medicinas y tratamientos, dado que la mayoría no está cubierta por la seguridad social.

Podría decirse que México está en el mejor de los tiempos, porque su expectativa de vida ha crecido, hay una mayor población en edad de trabajar como porcentaje de la población total -lo que permite generar riqueza para atender a la población dependiente- y han aumentado las tasas de educación.

Considerando que cada vez hay un mayor porcentaje de personas de más edad, hace 20 años se hizo una reforma en el sistema de pensiones, para asegurar que cada trabajador tenga su propia cuenta de ahorro de la que se pagará su jubilación.

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Pero también está en el peor de los tiempos, porque las enfermedades crónico degenerativas le están restando años de vida saludable a la población, porque la atención a las complicaciones de padecimientos no detectados a tiempo se está llevando cada vez un mayor porcentaje del gasto en salud y porque el sistema de cuentas individuales para la jubilación no será suficiente para el pago de pensiones, dado que, por un lado, 60% de los trabajadores no tiene una cuenta para el retiro y, por otro, las aportaciones no alcanzarán para remplazar los sueldos.

Sí, la expectativa de vida ha crecido. En 1934, la esperanza de vida promedio en México era de 34 años. Ahora es de 72.2 años. Sin embargo, en México la esperanza de vida ha dejado de crecer al mismo ritmo que la de otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la que pertenece. La esperanza de vida en México es de cuatro a cinco años menos que en el resto de la OCDE.

Y hablando de la OCDE, México está en uno de los dos lugares más bajos del índice de Vida Mejor, o Better Life Index, que mide esa organización. Está en último lugar en educación, el penúltimo en seguridad (solo por arriba de Brasil), el penúltimo en equilibrio entre vida y trabajo, solo por encima de Turquía y el penúltimo en redes sociales de apoyo (fortaleza de la familia y la comunidad para apoyar a un individuo), adelante de Corea del Sur.

La educación, el equilibrio entre vida trabajo y las redes sociales de apoyo son necesarias para contrarrestar el deterioro del bienestar en un país y México está mal calificado precisamente en esos indicadores.

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De acuerdo con un estudio del Seguro Social, los derechohabientes tienen una esperanza de vida saludable de poco más de 66 años y vivirán cerca de diez años con alguna discapacidad. La Secretaría de Salud estima que en un año, entre todos los mexicanos pierden 30 millones de años de vida saludable; un concepto que se refiere al tiempo se vive sin alguna discapacidad.

¿Hay una buena noticia sobre el bienestar? Sí, la mayor parte de las enfermedades que ahora incapacitan y matan a la población mexicana son prevenibles. Si se detectan a tiempo, se pueden tratar con menores costos y más efectividad. Los hábitos de alimentación y actividad física pueden modificarse, si tan solo se cambian algunos ambientes. La previsión para el futuro puede mejorar, con algunas reformas en los sistemas de pensiones. ¿Por dónde empezar?

En Diálogos Expansión, una iniciativa de Grupo Expansión, se convocó a expertos de diferentes áreas para que nos compartan sus experiencias, sus propuestas de solución y nos cuenten los avances que han logrado.

En este Diálogos Expansión, dedicado al bienestar, participan Kellogg de México, con propuestas para mejorar la nutrición, la información sobre alimentos y para promover la agricultura sustentable; la Fundación Carlos Slim, que nos habla de sus programas para mejorar el conocimiento y el tratamiento de las enfermedades crónico degenerativas y American Express América Latina, que habla de sus programas para promover el bienestar de sus trabajadores, lo que puede inspirar a otras empresas a trabajar para mejorar la salud de los mexicanos. El bienestar puede volver a crecer.