¿Es efectiva la dieta de la fertilidad? Sí, en algunos casos
LISA DRAYER
Cuando se habla de dietas, hay muchas variedades para elegir: para bajar de peso, planes para reducir el colesterol y controlar la diabetes, para mejorar el desempeño atlético. Ahora hay una dieta que, según se afirma, puede mejorar las probabilidades de que una mujer se embarace.
Jorge Chavarro y Walter Willett, investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, desarrollaron esta dieta con base en su extenso análisis de los datos del Nurses' Health Study, uno de los estudios sobre la salud de las mujeres más grandes y antiguos de Estados Unidos.
Tras analizar la dieta de más de 18,000 mujeres que no tenían antecedentes de infertilidad, pero que estaban tratando de embarazarse, descubrieron que la calidad de la dieta, además de los niveles de actividad y el tabaquismo, pueden determinar tu suerte reproductiva.
Para quienes tienen problemas para concebir, "la medicina de alta tecnología no es la única respuesta", escribieron Chavarro y Willett en su libro The Fertility Diet : Groundbreaking Research Reveals Natural Ways to Boost Ovulation and Improve Your Chances of Getting Pregnant (La dieta de la fertilidad: una investigación vanguardista revela las formas naturales de fomentar la ovulación y aumentar tus probabilidades de embarazarte).
Qué dicen los otros expertos
Otros expertos dicen que la dieta de Chavarro y Willett puede ser útil para mejorar la fertilidad de mujeres con trastornos de la ovulación, como el síndrome del ovario poliquístico (SOP). "Es una forma saludable de comer en general y puede ayudarles a las mujeres a mejorar su ingesta de nutrientes esenciales para la concepción y el embarazo", explicó Vandana Sheth, nutrióloga, dietista y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos.
Marie Menke, profesora asistente y directora de la división de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad del Magee-Womens Hospital del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, concordó: "Si vas a buscar una dieta para la fertilidad, este es un buen punto para comenzar. Las investigaciones muestran una relación entre este patrón dietético y la reducción del riesgo de infertilidad en algunas mujeres".
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Los expertos coinciden en que la dieta tiene atributos positivos, aunque algunos se preguntan si los beneficios provienen de la calidad de la dieta y no de la pérdida de peso.
El exceso de peso puede afectar la calidad de los óvulos, explicó Amanda Kallen, profesora asistente de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas del Centro de Fertilidad de la Universidad de Yale. Además, es más probable que las mujeres con sobrepeso u obesidad tengan desequilibrios en los niveles de insulina, testosterona y hormonas FSH (folículo-estimulante) y LSH (luteinizante); Kallen explicó que éstas últimas promueven el crecimiento de los folículos y la ovulación.
"Definitivamente hay datos que indican que recuperar el peso normal puede ayudar a resolver esos problemas y promover la ovulación, pero no hay datos suficientes para concluir definitivamente que una dieta ayuda más que otra".
Martha McKittrick, dietista y experta en SOP, dijo: "He tenido muchas pacientes que han bajado de peso y se han embarazado. La pregunta es si se embarazaron porque bajaron de peso o porque siguieron las otras recomendaciones de la dieta de la fertilidad".
"Si una mujer tiene sobrepeso y está tratando de concebir, trato de ayudarle a bajar de peso. Para mí, eso es lo principal", dijo McKittrick. "Bajar el 10% de tu peso (o 10 kilos si pesas 100) mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a las mujeres que tienen SOP a ovular".
Sin embargo, una mujer que tiene SOP puede tener resistencia a la insulina pese a ser delgada, lo que puede interferir con la ovulación; McKittrick explicó que, en este caso, la calidad de la dieta se vuelve un factor más importante. En el caso de estas mujeres, comer menos carbohidratos procesados y más carbohidratos de granos integrales como la quínoa, el farro y el pan de trigo integral en vez de pan blanco puede desembocar en un incremento más lento de la concentración de azúcar en sangre y en una menor producción de insulina, cosa favorable para la fertilidad.
"Tiene sentido que una paciente que tiene SOP reduzca su ingesta de carbohidratos sumamente procesados y refinados. En el caso de algunas pacientes, [estas] modificaciones dietéticas pueden incrementar la probabilidad de tener una ovulación espontánea", dijo Alan B. Copperman, director de la división de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad del Centro Médico Mount Sinai y vicepresidente del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas de la misma institución.
Las investigaciones de Chavarro y Willett revelan que consumir más alimentos lácteos grasos en vez de lácteos bajos en grasa o sin grasa puede mejorar las probabilidades de concebir en el caso de mujeres que tienen problemas para ovular. Eso se debe a la presencia de hormonas específicas en la grasa de la leche. Sin embargo, consumir más calorías a través de alimentos ricos en grasa puede ser complicado si bajar de peso es parte del plan para embarazarse.
"Soy aficionada de la leche con 2% de grasa o la leche entera. Es mejor que la leche descremada o con 1% de grasa si estás tratando de embarazarte y te hace sentir saciada por más tiempo", explicó McKittrick. Pero para mantener las calorías bajo control, recomienda que reduzcas alrededor de 30 gramos de carne o un tercio de taza de almidón en otros componentes de tu dieta.
Hay más de una dieta para la fertilidad
Los expertos dicen que aunque estés considerando tomar medicamentos o someterte a procedimientos para la fertilidad, mejorar tu dieta puede optimizar tus probabilidades de concebir. Sin embargo, los estudios indican que hay otras dietas que también pueden ser beneficiosas. En un estudio, los investigadores concluyeron que seguir diligentemente la dieta mediterránea puede ayudar a incrementar las probabilidades de éxito en la concepción y en el parto en el caso de mujeres que se someten a la fertilización in vitro.
"Hay pruebas que demuestran que diferentes patrones dietéticos respaldan diferentes objetivos en cuanto a fertilidad; sin embargo, la mayoría de los patrones tiene componentes en común, tales como la abundancia de frutas, hortalizas, granos enteros y mariscos", dijo Lauren Manaker, dietista especialista en infertilidad y cuidados prenatales que asesora a mujeres y hombres que buscan concebir. "Comer de esta forma no perjudicará las probabilidades de concebir, a diferencia de llevar una dieta común en el mundo occidental, rica en carbohidratos refinados y alimentos procesados y baja en hortalizas".
En otro estudio que se publicó en febrero y en el que Chavarro participó , se determinó que una "dieta profertilidad", que incluye grandes concentraciones de ácido fólico, vitamina B12 y vitamina D, así como lácteos, soya y frutas y verduras bajos en pesticidas, arrojaba resultados más favorables que la dieta mediterránea en cuanto a fertilidad cuando se llevaba en conjunto con las tecnologías de reproducción asistida".
Con la "dieta profertilidad", entre más disciplinada sea la paciente que la lleva, mejor es el resultado. Sin embargo, Manaker explicó que los investigadores no encontraron la misma relación cuando evaluaron a mujeres con niveles de disciplina diferentes al seguir la dieta mediterránea y los resultados de las técnicas de reproducción asistida.
"Este nuevo estudio destaca que los componentes que no se incluyen en la dieta mediterránea, como centrarse en los productos con pocos residuos de pesticidas y suplementar vitaminas específicas, podrían ser mejor opción para quienes se someten a las técnicas de reproducción asistida", señaló Manaker.
Mantén las expectativas bajo control
Aunque las dietas para la fertilidad pueden mejorar tus probabilidades de embarazarte, "no es una solución automática que te garantice que si haces tal cosa, tu tasa de nacimientos vivos aumentará en un 10%", dijo Menke. Es más: si no tienes un trastorno subyacente de la ovulación, tal vez la dieta no te brinde muchos beneficios adicionales.
Kallen señaló que aunque es posible que las mujeres que tienen infertilidad ovulatoria se beneficien de la dieta de la fertilidad, los datos indican que los beneficios se basan en las relaciones (que no demuestran causalidad) y en las declaraciones de cada persona respecto a su dieta (que pueden ser imprecisas). "La pregunta es: ¿si sigues esta dieta, tratarás o curarás la infertilidad? No creo que pueda decirse que sí", sentenció Kallen.
Copperman señaló que "si sigues esta dieta, no significa que vas a embarazarte; si haces trampa, no significa que no podrás embarazarte. Fue un estudio encantador y fue muy grande; hay montones de mujeres que registraron su información; pero incluso en el mundo del big data, no significa que podamos llegar a conclusiones específicas y personalizadas con un estudio que no se diseñó para hacer estas preguntas".
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A Copperman le preocupa que las mujeres se apeguen excesivamente a una dieta específica y achaquen innecesariamente su infertilidad a no haberla seguido con la disciplina suficiente.
"Todo el tiempo llegan pacientes, después de haberles indicado una dieta baja en carbohidratos, que dicen: 'La razón por la que no ovulé es que me cené un panecillo'. ¡No, no! Eso, biológicamente, no tiene sentido", dijo Copperman.
Si decides hacer cambios en tu estilo de vida, también tienes que tomar en cuenta tu edad. "Si llega una mujer de 26 años [que no ha ovulado] en los pasados tres años después de haber comido mal durante la universidad y de haber subido cinco kilos, entonces yo diría: 'prueba esto primero, no vayas directamente a la fecundación in vitro'. Sin embargo, dudaría en esperar un año para probar una dieta en el caso de una mujer de 40 años. Eso me preocuparía un poco", explicó Menke.
A final de cuentas, los expertos coinciden en que cuando se trata de concebir, es muy significativo que el paciente tenga algo que pueda controlar.
"Es una pregunta que surge con frecuencia: ¿Hay algo que debería comer o de hacer para que esto sea mejor?", cuenta Menke. "Si de todas formas estás buscando algo, este no sería mal sitio para comenzar".
La dieta de la fertilidad en once recomendaciones
Chavarro y Willett recomendaron en su libro algunas estrategias, basadas en sus investigaciones, que podrían mejorar la fertilidad:
1. Evita las grasas trans, esas grasas que obstruyen las arterias y que se encuentran en muchos productos preparados y en la comida rápida.
2. Usa más grasas vegetales monosaturadas, como el aceite de oliva o de canola.
3. Consume más proteínas vegetales, como leguminosas y frutos secos, y menos proteína animal.
4. Elige granos enteros y otras fuentes de carbohidratos que tengan efectos más bajos y más lentos sobre la concentración de azúcar en la sangre en vez de carbohidratos sumamente refinados que incrementan rápidamente la concentración de azúcar en sangre y la insulina.
5. Bebe un vaso de leche entera o un plato pequeño de helado o de yogur entero todos los días; cambia temporalmente la leche descremada y los lácteos bajos en grasa o sin grasa, como el queso cottage y el helado de yogur, por las versiones enteras.
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6. Toma un multivitamínico que contenga ácido fólico y otras vitaminas del complejo B.
7. Consume mucho hierro a través de frutas, hortalizas, leguminosas y suplementos, no de la carne roja.
8. Lo que bebes sí importa: el agua es excelente; el café, el té y el alcohol son buenos en moderación; mantente lejos de los refrescos azucarados.
9. Busca estar en un peso saludable. Si tienes sobrepeso, bajar entre el cinco y el diez por ciento de tu peso puede fomentar la ovulación.
10. Si no eres físicamente activa, inicia un plan de ejercicios diarios. Si ya haces ejercicio, aumenta la intensidad de tus entrenamientos. Nada más no te excedas, especialmente si eres muy delgada. El exceso de ejercicio puede ser contraproducente para la concepción.
11. Si fumas, deja de hacerlo.
Chavarro y Willett dicen que las recomendaciones dietéticas son específicas para mujeres con infertilidad relacionada con la ovulación y no con la infertilidad relacionada con la obstrucción de las trompas de Falopio o la producción baja de semen. En su libro proponen un plan semanal de alimentación con recetas coherentes con las estrategias detalladas líneas arriba y que aporta aproximadamente 2,000 calorías al día.
Lisa Drayer es nutrióloga, escritora y colaboradora de CNN en temas de salud y nutrición.