Un elemento representativo de las fiestas decembrinas es el árbol de Navidad. En el caso de los naturales, además de cumplir como elemento decorativo, proveen un aroma agradable. ¿Pero de dónde vienen?
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) los árboles de Navidad mexicanos son el resultado de un proceso de producción sustentable.
Aunque con frecuencia se piensa que para obtener un árbol natural se deforestan los bosques, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) explica que se trata de un mito, pue “las plantaciones de árboles de Navidad devuelven la vocación forestal a estas áreas que ahora tienen árboles todo el año pues, después de la cosecha, se reforesta para contar con más ejemplares que tardan entre tres y ocho años en alcanzar tamaño comercial”.
De acuerdo con la Semarnat, estas áreas destinadas específicamente para este fin, se llaman “plantaciones forestales”. Ahí, los sivicultores autorizados cuidan a los árboles de plagas y enfermedades y llegado el momento, los cosechan para su comercialización.
Entre otras cosas, la Conafor apunta que durante su tiempo de crecimiento, los árboles brindan servicios naturales, como la absorción de dióxido de carbono, entre otras cosas.
“Las plantaciones comerciales de árboles navideños también conservan y enriquecen los suelos al retenerlos mediante sus raíces, adicionan materia orgánica con el cambio de sus hojas y disminuyen la velocidad del viento y la fuerza de la lluvia”.
La Semarnat y Confaor cuentan con un directorio en el que detallan las entidades en las que hay cultivos de árboles de Navidad en lo que trabajan suvicultores mexicanos. En él, se contemplan 14 entidades:
En este sitio, es posible consultar los puntos de venta autorizados por la Conafor, teléfonos de contacto y especies que se producen en cada lugar.
La Semarnat promueve la compra de árboles nacionales sobre los extranjeros pue, de acuerdo con el organismo, los árboles importados “traen consigo un enorme riesgo de contagio de enfermedades y plagas y pueden causar un gran problema de sanidad forestal”.
En cambio, “el consumo de árboles de Navidad naturales de productores mexicanos incentiva la economía rural y proporciona beneficios ambientales a nuestro país”, señaló.
