Las consecuencias del cambio climático son evidentes: el aumento en el nivel del mar, récord en temperaturas extremas y extinción acelerada de algunas especies son algunos ejemplos que están a la vista.
Una de las medidas señaladas para combatir esta crisis es la educación a las generaciones más jóvenes. La duda es cómo acercarse a ellas para que en esta ocasión haya un cambio real.
Este 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, fecha que surgió bajo la premisa de crear conciencia sobre la problemática, no únicamente a nivel global, sino también a nivel local.
Durante 2023, se registraron temperaturas récord , que han alarmado a los científicos; y lo que resulta más preocupante es que en 2024 el panorama puede ser peor.
El pasado 12 de enero, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que la tendencia de altas temperaturas como las que hubo entre junio y diciembre de 2023 va a continuar.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), hay una probabilidad de 99% de que 2024 sea uno de cinco más cálidos de los registros.
Una de las alternativas para acercar el tema a las generaciones más jóvenes es el proyecto Alrededor de Iberoamérica, que realiza una campaña de sensibilización ambiental, organizada por Veolia, para llevar la transformación ecológica a las aulas.
“Creemos que esta conciencia es fundamental para lograr un cambio real en la mitigación del cambio global; el hecho de poder ofrecer herramientas necesarias a las generaciones futuras para entender el enorme reto al que nos enfrentamos como sociedad y que sepan que existen soluciones para afrontarlo es realmente esperanzador”, señaló en entrevista para Expansión Leslie Lamadrid, directora de marketing y comunicación de Alrededor de Iberoamérica.
La iniciativa se lleva a cabo en escuelas públicas de educación básica en Ecuador, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Panamá y México. En 2023 el programa impactó a más de 20,000 niños de 5to y 6to de primaria, 6,000 de ellos en México.
Según el Barómetro de la Transformación Ecológica, el 74% de los mexicanos piensa que son dueños de su futuro climático, y están convencidos de que la inacción sería más costosa que la acción.
Lamadrid comentó que aunque existe claridad sobre las consecuencias que puede traer la falta de acción, existe “la posibilidad de que no sepamos cómo tomar esos pasos hacia la descarbonización o concientización ambiental”.
“Un reto importante para la implementación de un programa de educación ambiental como Alrededor de Iberoamérica es darles las herramientas a los profesores y niños para que realmente crean que tienen el poder de luchar en contra del cambio climático y sobre todo que actúen como equipo, escuela, profesor, padres de familia y niños”, añadió.
Como parte de la iniciativa, Alrededor de Iberoamérica organiza un concurso anual en el que los menores dan a conocer sus ideas para combatir el cambio climático.
"El poder darles a los niños la oportunidad de dar ideas no solo ayuda a que conozcan sobre el problema y quieran aplicar soluciones, sino también les ayuda a darse cuenta que tienen todo el potencial para ser grandes empresarios, científicos, maestros y expertos que se sumen a la lucha global contra la contaminación", dijo Lamadrid.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “la educación ambiental debe ser un proceso continuo y permanente que se debe ir adaptando a las necesidades de cada época dando respuesta a las crisis que afectan al planeta”.
