El resultado es la declaración de los Emiratos sobre alimentación sustentable, resiliente y acción climática, alimentación y agricultura. Esto también incluye a productos agrícolas no alimenticios, como el algodón. Hasta el cierre de la COP28, 159 países habían firmado la declaración, incluidos China, Brasil, Estados Unidos, Rusia, Canadá y Argentina, todos grandes productores de bienes agrícolas.
“Todos los países se comprometieron a colocar los sistemas alimentarios y agrícolas en su NDC (Contribuciones determinadas a nivel nacional) no más allá de 2025 en la COP 30. En paralelo a eso, y como complemento, los actores no estatales firmaron un llamado a la acción, y es, por lo tanto, una manifestación de también una comprensión común del desafío”, explicó el cofundador de Sistema B.
Muñoz considera que es muy importante que para lograr una acción coordinada entre los gobiernos nacionales y los actores no estatales, que se establezca un sistema de intereses e incentivos, que permitan que los compromisos climáticos sean llevados del papel a la realidad.
“No nos sirve un mundo donde las naciones ponen normas y los actores no estatales buscan cómo no cumplir esas normas”, asegura. “Los Estados deben cumplir su rol de ir estableciendo las normas que nos pongan en línea con los objetivos de desarrollo sostenible y los actores no estatales no sólo tenemos que seguir esas normas sino que muchas veces también podemos mostrar que se puede lograr incluso más e incluso más rápido”.
Esto se conoce como loop de ambición, en el que el sector privado, la sociedad civil y otros actores actúan mucho más allá de lo solicitado por los Estados, para que estos puedan a su vez aumentar la ambición de sus objetivos, además de que se actúa de manera coordinada con asociaciones público-privadas.