Solo existe una forma segura de mirar directamente al sol, ya sea durante un eclipse o no: a través de filtros solares especiales. Estos filtros solares se utilizan en “gafas de eclipse” o en visores solares portátiles. Deben cumplir una norma mundial muy específica conocida como ISO 12312-2. Además, incluso con estas gafas especiales, se recomienda mirar hacia el sol no más de unos 15 o 20 segundos.
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¿Por qué es peligroso ver un eclipse solar directamente?
El centro de Salud Visual Alomar, advierte que el riesgo de sufrir daños oculares durante un eclipse se incrementa exponencialmente, debido a que la pupila solo reacciona a la luz visible, las demás radiaciones son invisibles para el ojo humano.
Ante ello, el ojo no activa sus mecanismos de defensa, así pues la pupila se dilata todo lo posible para captar más luz visible y los párpados no se cierran, dejando entrar en el ojo directamente un exceso de radiación ultravioleta e infrarroja.
"Esta radiación, en segundos, quema literalmente las células sensibles del ojo alojadas en la retina, ya que los delgados vasos sanguíneos no son capaces de refrigerar las células en la medida que estas se sobre-calientan, causando un daño irreparable, pues estas células fotorreceptoras no se regeneran nunca", detalla la página especializada .