Tratamientos con agujas y luces, baños de ozono, reiki o yoga. En Brasil la expresión 'vida de perros' cobra un nuevo significado.
Con una población de perros y gatos que duplica la de niños, el mayor país de América Latina ofrece toda clase de atenciones y vanidades para las mascotas.
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"Todo tratamiento que existe para los humanos, existe hoy en día para los 'doguinhos'", dice a la agencia AFP,Eliane Rodrigues, propietaria de Starpet Dog Spa, un centro de belleza para perros ubicado en un suburbio de clase media a las afueras de Brasilia.
Aparte de "cromoterapia" (un tratamiento relajante con luces de colores), hidratación capilar y baños con champú y acondicionador, la tienda ofrece un área "low stress" para las mascotas más nerviosas.
"Antes la gente no cuidaba mucho a sus perros. Los alimentaban con restos de comida y los bañaban con, qué se yo, detergente", recuerda Rodrigues.
"Hoy en día es un proceso más especializado", agrega mientras uno de sus empleados examina con un microscopio el pelaje de un cachorro.
Más que hijos
Los brasileños tienen unos 160 millones de mascotas, en su mayoría perros (62 millones) y gatos (30 millones), según datos del Instituto Pet Brasil, que agrupa a varias empresas de productos para animales.
Se trata de la tercera población de mascotas más grande del mundo, tan solo superada por la de China y Estados Unidos, según el gremio.
Además, tan solo perros y gatos superan ampliamente la población de menores de 14 años en el país, que es de unos 40 millones, según la autoridad estadística.
Con la tasa de natalidad en declive y una clase media que se ha ensanchado en los últimos 20 años, en Brasil "las mascotas se han convertido en miembros de la familia", observa Rodrigues.
Para Silvana Matos, una de sus clientes, "son más que hijos, porque estos crecen y se van, las mascotas se quedan". En sus brazos carga a Fénix y Bento, dos pequeños perros de raza pomerania, con un impecable pelaje blanco.
Matos se hizo cliente de Star Pet Dog Spa hace tres años porque allí curaron la "alopecia" de Bento, el mayor de sus "hijos" perrunos.
Fénix, de su lado, recibe un tratamiento hidratante y es el "consentido" de los trabajadores de la tienda.
"La humanización de las mascotas, es una tendencia mundial, no solo brasileña", anota Caio Villela, portavoz del gremio.
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Mercado millonario
Entre la alimentación y los baños mensuales, Rodrigues estima que mantener un perro en las condiciones de Bento y Fénix cuesta entre 500 y 800 reales al mes (100-150 dólares).
"El amor es así. Cuando un hijo necesita algo, la madre gasta. Independientemente de que sea caro o no", explica Matos, quien alterna su tiempo entre profesora de matemáticas y como corredora de bienes raíces.
El mercado de las mascotas facturó en 2023 68.7 millones de reales (USD 12.5 millones), un crecimiento de 14% frente al año anterior, indica el Instituto Pet.
El sector está jalonado principalmente por los alimentos y las consultas veterinarias, que han incorporado tratamientos alternativos como quiropraxia y acupuntura.
"Yo nunca cuidé a alguien de esta manera", dice Marco Barroso, un músico de 54 años que paga sesiones de acupuntura semanales en Rio de Janeiro para Lino, su perro que padece cáncer en una pata.
Gracias a las terapias, asegura, su "compañero" volvió a ponerse en pie.
Taxistas para ellos
"El universo de los animales ha cambiado mucho en los últimos años, hay nuevos saberes y estudios", explica Fernanda Rizzon, propietaria de Banho dos gatos en Brasilia, un negocio donde los felinos son acicalados y reciben terapias de reiki.
La técnica, de origen japonés, consiste en poner las manos sobre el cuerpo de otro para transmitirle "energía vital" y aliviar el estrés u otras dolencias.
"La gente también quiere proporcionar una salud comportamental, un bienestar energético" a sus mascotas, explica Rizzon mientras acaricia a uno de sus afortunados pacientes.
En el mercado de las mascotas más privilegiadas, también surgieron servicios.
El taxista Wallace Torres encontró su oportunidad: desde la pandemia es el chofer del hotel canino Rio Pet en la 'Cidade maravilhosa'. Hoy, nueve de cada diez pasajeros suyos son perros.
"Los taxistas hemos perdido clientela, pero si llevas mascotas tienes cada vez más trabajo", celebra.