La producción comenzó en 2018 y las primeras piezas LEGO de bioplástico llegaron a las tiendas ese mismo año, por lo que hoy ya podemos verlas en todo tipo de jugueterías y establecimientos de la marca.
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“Este es un gran primer paso en nuestro ambicioso compromiso de hacer que todos los bloques de LEGO utilicen materiales sostenibles”, dijo Tim Brooks, vicepresidente de responsabilidad ambiental de Grupo LEGO, en un comunicado en el que la firma se comprometió además a “utilizar materiales sostenibles en todos sus productos y empaques principales para 2030”.
¿De qué están hechas estas piezas?
De acuerdo con LEGO, sus nuevos elementos botánicos de juguete están hechos de polietileno de origen vegetal, “un plástico suave, duradero y flexible que, aunque tiene base en material de la caña de azúcar, es técnicamente idéntico al plástico convencional”, por lo que “ni los niños ni los padres notarán diferencia alguna en calidad o apariencia”.
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Este polietileno está hecho de etanol producido a partir de caña de azúcar, la cual es obtenida de forma responsable de proveedores que deben cumplir con estrictos requisitos éticos, medioambientales, de salud y de seguridad.