Este tipo de cerámica "es la representación material de nuestra identidad, misma que es compartida con los artesanos de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo, municipios de España", dijo la representante de México tras el anuncio.
La cerámica debe su nombre a la ciudad castellana de Talavera de la Reina, que cuenta con una larguísima tradición alfarera, surgida del período de dominación islámica de la Península Ibérica.
La loza y los azulejos de esa ciudad y la vecina localidad de El Puente del Arzobispo conocieron su esplendor en los siglos XVII y XVIII cuando, por influencia china, adoptaron como colores predominantes el blanco y el azul cobalto.
Lee: Un mexicano cuenta por primera vez la historia del cuidado al medio ambiente
Los temas desplegados a lo largo de la historia son diversos: escenas de caza, motivos vegetales, paisajes y heráldica.
La peculiaridad de esta cerámica surge de una alfarería artística, mientras que las demás son populares y menos sofisticadas en su diseño.
La tradición llegó en el siglo XVI a América, cuando lo que hoy es México era el Virreinato de la Nueva España.