Guevara recordó que fue hace 10 años cuando American Express apoyó al primer contingente de empleados representando a una empresa en la Marcha del Orgullo de la CDMX LGBT+. Esa participación marcó la pauta para que otras empresas se sumaran en los siguientes años.
Esa primera participación significó la apertura de “un espacio de conversación para exponer el tema. Hoy lo vemos en todos lados, pero hace una década no se hablaba de esto y menos en el entorno de los negocios o en los medios especializados en temas empresariales. Era un Tabu”.
Jorge de Lara coincidió en que el logro de aquella primera marcha fue poner explícitamente el tema en la agenda de las empresas, porque no es lo mismo solo tenerlo escrito en el papel, en las políticas y los valores, que verdaderamente demostrar una postura pública, como lo hizo American Express.
“Fue un hito. Fue un salto cuántico que permitió, primero visibilizarlo (el tema de inclusión) y después medirlo”, enfatizó De Lara.
Ambos coinciden en que hoy en día, la inclusión y diversidad son conceptos que ya se entienden como parte importante del negocio en la mayoría de las empresas. De hecho, se ha convertido en un KPI para los líderes de American Express que deben tener muy presente.