Helio-3 será el petróleo del futuro: afirma fundador de El Gran Bajío

El helio-3 se obtendrá en la Luna

De acuerdo con Quinzaños, estrellas, planetas, exoplanetas, lunas, nebulosas y galaxias están repletos de minerales que representan energía y un valor intrínseco para el aprovechamiento humano, la industria y la economía.

“Nos encontramos con vastos recursos fuera de la Tierra; por ejemplo, Titán, una luna de Saturno, está repleto de mares y lagos compuestos por hidrocarburos; mientras que lunas de Júpiter, como Europa, están llenas de agua congelada y en ellas podría encontrarse vida”, expresó.

El ejemplo de exploración espacial con fines comerciales ya lo ha puesto China, país que en este año anunció el descubrimiento de Changesite, mineral compuesto por calcio, hierro, fosfato y helio-3.

Respecto a este último elemento, las esperanzas se han multiplicado por su alto potencial como combustible, ya que podría convertirse en la fuente de energía que sustituya el petróleo, de acuerdo con Quinzaños.

“China no sólo descubrió un elemento, sino el futuro de la humanidad, porque el helio-3 puede ser utilizado (en principio) como combustible para las misiones espaciales. Se estima que hay un millón de toneladas de helio-3 en la Luna, lo que representaría la energía suficiente para el mundo entero para miles de años”.

El Bajío como palanca de Norteamérica

Hoy los recursos espaciales representan una nueva economía, por eso Quinzaños enfatizó que Norteamérica tiene que impulsar la democratización y no dictaduras del espacio.

“Recordamos que la primera vez que fuimos al espacio fue por una disputa global y no se puede volver a repetir eso, es necesario que haya una verdadera cooperación en una nueva realidad espacial y con nuevos actores. El hecho de aventurarnos al espacio es, como decía el presidente Kennedy, para ganar nuevos conocimientos y derechos, no solamente territorios”, platicó el fundador de El Gran Bajío.

En esta coyuntura única en la historia, la zona del Bajío ya cuenta con centros de investigación aeronáutica y empresas proveedoras de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) y Space X, compañía estadounidense especializada en investigación espacial.

“Además, contamos con un grupo de empresarios que está diseñando el primer fondo de México para la minería espacial; dicho de otra manera, tenemos un rompecabezas que hay que armar, pero las mentes y los recursos ya los tenemos listos”, agregó Federico Quinzaños.

Este experto también enfatizó que el mundo está en un proceso de reconfiguración, en que el dinamismo de las microrregiones ahora impacta a las macrorregiones y, en este tenor, el engrane necesario para el buen funcionamiento de Norteamérica es el Bajío.

“Si vamos a diseñar el futuro, no debemos pensar en microagendas. Es importante enfocarnos en una agenda de innovación, pero sobre todo en una agenda espacial”.

Sólo mirar hacia delante

Finalmente, Quinzaños destacó que vivimos una época clave en la historia del mundo, en que es necesario dejar atrás la nostalgia por tiempos pasados supuestamente mejores y dirigir la mirada hacia el futuro.

“En 1981 los remakes representaban solamente el 16% de las películas, y en el 2019, antes de la pandemia, éstos representaron el 80% de los largometrajes. Es muestra de que a veces queremos quedarnos con los universos que ya conocemos, porque otros universos nos dan miedo, nos incomodan, pero es muy necesario crear nuevos universos”.

La iniciativa de El Gran Bajío es como una nave especial que, de acuerdo con Quinzaños, llevará a México a un mejor futuro, de la mano de empresarios que han dejado los pretextos a un lado y han empezado a actuar, a colaborar en armonía.

Prueba de ello es que en los últimos 30 años el Bajío ha atraído a más de 4,400 empresas, en un entorno de más de 170 parques industriales. Además, de que en esta zona del país se ubican más de 250 universidades, 100 centros de investigación y 100 centros de alta especialización.

“Estamos impulsando una nueva agenda empresarial, vinculando industrias, innovando y consolidando las empresas, estamos contando una nueva historia, para que las próximas generaciones puedan volver a decir (como solía decirse en 1821, fecha de la consumación de la independencia de México) que no hay honor más grande para un ser humano que haber nacido mexicano”, concluyó Quinzaños.