Tres señales de que tu infelicidad laboral es culpa del jefe
Con 25 años de edad y una experiencia laboral de cuatro en el sector de las relaciones públicas, Francisco Herrera forma parte del 75% de los empleados que renuncia voluntariamente a su trabajo debido al mal liderazgo, según una encuesta Gallup.
Darse cuenta de que sus jefes inmediatos estaban más preocupados por tener presencia en eventos sociales, que por las actividades que los colaboradores desempeñaban al interior de la compañía, facilitó su decisión de abandonar la empresa a tan sólo ocho meses de haber ingresado.
El malestar de Herrera iba acompañado de la falta de reconocimiento, el exceso de responsabilidades y el sueldo poco competitivo, factores que para Carlos Amezcua, gerente de Capacitación Corporativa de Copa Airlines –quien fue uno de los ponentes de ‘RH en acción 2017’, evento organizado por Sodexo, empresa que ofrece servicios de beneficios e incentivos empresariales–, delatan una mala estrategia de gestión de talento y un liderazgo ausente.
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De hecho, el especialista en recursos humanos indica que hay tres actitudes del jefe que impactan directamente a la motivación de los trabajadores:
1. Anonimato. Cuando el directivo ignora a los empleados y no se involucra en sus actividades.
2. Irrelevancia. Las tareas asignadas a los colaboradores no generan impacto positivo en la empresa.
3. Falta de medición. No hay evaluaciones periódicas que monitoreen el desempeño de los trabajadores.
Graves consecuencias
“Al no sentirse motivados por sus líderes, los profesionales se cansan física y emocionalmente, síntoma que –según 46% los directores de recursos humanos– causa hasta 50% de la rotación de empleados”, explica Jaime Cardoso, director de Marketing de Latinoamérica de Kronos.
César Ortuño, CEO para México y Latinoamérica de Cornerstone, plataforma para administrar la plantilla laboral, agrega que la rotación de personal cuesta entre seis y 18 meses de sueldo de un profesional, por lo que recomienda generar lealtad en los empleados y evitar que la falta de interés afecte la rentabilidad del negocio.
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Aunque esto todavía no es concebido por los directivos de la agencia de relaciones públicas en la que trabajaba Francisco Herrera, quienes aún se niegan a reconocer su error en la gestión de talento. El joven –que hoy se encuentra en una nueva empresa– asevera que su caso no es aislado, ya que algunos de sus ex compañeros han desertado por los mismos motivos.
“Es importante que los directivos entiendan el valor invertir en el talento y la correlación que existe con el impacto en indicadores de venta y servicio, y centren las iniciativas de mejora del negocio en la gestión del talento humano”, aconseja Ortuño.
Un mejor líder
Contar con trabajadores comprometidos, dice Jaime Cardoso, incrementa en 22% la productividad y la rentabilidad de la empresa, por lo que ofrece una serie de recomendaciones para mantenerlos ‘enganchados’ y satisfechos:
1. Justicia. Los líderes deben ser consistentes y coherentes en sus prácticas, aplicar las mismas políticas laborales para todos los trabajadores.
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2. Empoderar. Interesarse en el desempeño de los colaboradores y hacerles saber la forma en que sus actividades repercuten, positiva o negativamente, en el crecimiento de la compañía.
3. Flexibilidad. Es importante ofrecer horarios de trabajo que permitan mantener un equilibrio entre vida personal y profesional, además de apoyar en la resolución de problemas dentro y fuera de la organización.
“El secreto del management está en la cercanía del líder con la gente, no se trata sólo de dar seguimiento a objetivos, sino entender que la principal labor es cuidar a los trabajadores y nunca olvidar que la gente feliz produce más”, concluye Carlos Amezcua.
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