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Trump organiza su equipo de gobierno entre rivales

Las designaciones del presidente electo de EU reflejan su estilo improvisado e instintivo de liderar.
mié 16 noviembre 2016 03:41 PM
A meses del arranque de su mandato
A meses del arranque de su mandato El magnate asumirá el cargo el próximo 20 de enero, por lo que en próximas fechas dará a conocer a su gabinete. (Foto: Chip Somodevilla/Getty Images)

La transición turbulenta de Donald Trump ya sugiere que el estilo de liderazgo instintivo e improvisado que impulsó su campaña cuando era un político externo es un prototipo del enfoque espontáneo que adoptará desde el interior de la oficina oval.

Él contrata gente, despide gente, los enfrenta entre sí, dice cosas y se retracta de ellas, y ese caos a menudo se desarrolla en tiempo real en la televisión por cable. Sucedió en la campaña y no hay razón para pensar que su presidencia no será igual.

Trump solamente ha sido presidente electo durante una semana. Pero ya ha desmembrado al equipo que bajo el comando de Chris Christie pasó meses preparando la transición y puso a su futuro vicepresidente Mike Pence a cargo. Ha creado futuros centros de poder rivales en su Casa Blanca, incluyendo a su yerno y asesor cercano Jared Kushner, quien está al centro de los esfuerzos contra Christie, dicen las fuentes. Y aunque ha sido restringido en las redes sociales, Trump todavía ha disparado tuits contradictorios sobre las protestas contra él y el Colegio Electoral.

Está claro que el presidente electo apenas está empezando.

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Trump es la única persona elegida para el cargo más alto de Estados Unidos sin experiencia política, diplomática o ejecutiva militar. Y dirigió una campaña arraigada en romper el molde de la estancada ciudad capital. Así que, no es de extrañar que Trump ya se esté acercando a su presidencia de una manera poco ortodoxa.

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null“Él proviene de una escuela de pensamiento distinta a la que estamos acostumbrados aquí en Washington. La gente de aquí, ellos quieren que todo sea coreografiado, por naturaleza tienen aversión al riesgo y ahora va a ser muy diferente de esa perspectiva”, dijo Howard Schweitzer, socio gerente de Cozen O'Connor Public Strategies, quien ha tenido puestos de alto nivel en los gobiernos de Bush, Clinton y Obama.

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“No tendrá miedo, ni debería tenerlo, de arrojar algunos espaguetis contra la pared y ver si se quedan pegados. No tiene miedo de tener personas con diferentes puntos de vista en su equipo y jugar con algunas cosas, y tirar a la gente por la borda si es necesario”, agregó Schweitzer.

Aunque la transición de Trump parece caótica desde el exterior, el martes por la noche, el presidente electo tuiteó que las cosas están “organizadas” y avanzando rápidamente.

“Un proceso muy organizado se está llevando a cabo a medida que decido el gabinete y muchos otros puestos. ¡Yo soy el único que sabe quiénes son los finalistas!”, tuiteó.

Pero Peter Emerson, un consultor de comunicaciones demócrata que participó en las transiciones de Jimmy Carter y Obama en la Casa Blanca, dijo que si Trump quisiera que las cosas funcionaran mejor, podría hacerlo.

"Si la gente de Trump quisiera que fuera la transición de Obama sin drama, Trump haría que eso sucediera, pero no quieren eso”, dijo.

Reuniones, más reuniones y filtraciones

Los aspirantes a asesores de la Casa Blanca y los posibles miembros del gabinete entran y salen de la Trump Tower en Nueva York.

El día de reuniones el martes fue para repasar nombres para el gabinete y los planes para varias agencias, dijo una fuente a CNN.

“Este fue una reunión con un CEO que sabe cómo lograr que se hagan las cosas en el día”, dijo la fuente, que lo llamó “muy productivo”.

Mientras tanto, está programado que Pence visite las oficinas de transición de Trump en Washington el miércoles por la mañana.

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Pero las filtraciones con respecto a los nombramientos potenciales del gobierno proliferan a cada momento, acerca de aquellos leales de Trump que están buscando conseguir un puesto y otros que al parecer tratan de codearse con alguien para lograr entrar en su gobierno.

Altos personajes están incluyéndose o descartándose de los puestos. Rudy Giuliani, visto como un posible procurador general, dice que no haría ese trabajo, y las fuentes dicen que quiere el Departamento de Estado. Ben Carson, quien había sido visto como una posible selección al gabinete, dice que no quiere ser considerado. Otro rival presidencial de Trump, el senador de Texas Ted Cruz, lo visitó el martes también.

Ya están volando rumores sobre la ya agresiva guerra intestina que ya está estallando entre varias partes del mundo Trump, el papel de los hijos del multimillonario; y las fuentes dentro de la operación están utilizando frases como “pelea de cuchillos” y “bufonada” para describir el espectáculo.

Una figura de la clase dirigente, el exrepresentante Mike Rogers, visto como alguien extrañamente cauteloso en la órbita de Trump y un posible jefe de la CIA, se ha retirado; al parecer, víctima de los lazos muy cercanos a Christie que ahora ha caído de la gracia de Trump.

También hay signos de desorden en el equipo de política exterior de Trump, en su estado actual.

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“Después de un intercambio con el equipo de transición de Trump, cambié mi recomendación: manténganse alejados. Están enojados, arrogantes, gritando: '¡Ustedes perdieron!'. Será feo”, dijo Eliot Cohen, exfuncionario de política exterior de George W. Bush en un tuit el martes.

Trump ha hecho solo dos nombramientos hasta el momento: Reince Priebus fungirá como jefe de Gabinete de la Casa Blanca y el mucho más polémico: Stephen Bannon, quien tiene estrechos vínculos con el movimiento blanco nacionalista de ultraderecha alt-right, será consejero y el principal asesor de Trump.

nullCualquiera que piense que los lamentos de protesta entre las élites políticas sobre la idoneidad de Bannon para la gracia de la Casa Blanca dirá que Trump no estaba observando de cerca su propia campaña populista caracterizada por romper las convenciones.

El contraste entre los minuetos de transición estirados e intrincadamente coreografiados por los futuros gobiernos de Bush y Barack Obama no podría ser más pronunciado.

Desde Washington, todo parece caótico, desorganizado, hecho sobre la marcha y totalmente en desacuerdo con la sabiduría popular sobre la mejor manera de preparar una presidencia.

“Están decidiendo no hacer que Trump establezca la ley”, dijo Emerson, argumentando que Trump fue el primer presidente de reality show de la era Kardashian.

“Las transiciones anteriores han estado restringidas a los altos puestos, es decir, o que bien el presidente o su asesor designado han dicho que no habrá filtraciones a la prensa y que vamos a manejar todo internamente”, agregó.

¿Qué significa esto para la oficina oval de Trump?

La pregunta que surgirá a medida que la transición avance en las próximas semanas es si el estilo de gestión instintiva, improvisada y de reacción visceral de Trump se adapta no solo al trabajo de construir un gobierno sino a la propia presidencia. Por un lado, el negocio de formular políticas, promulgar una agenda y mantener alianzas con amigos en el extranjero requiere de un alto nivel de planificación y ejecución para el que Trump parece estar mal preparado.

Al fin y al cabo, al dirigir su negocio familiar, Trump no ha tenido que responder a nadie más que a sí mismo, y tiene la libertad de hacer lo que quiera cuando quiera, algo que el presidente, con todas las limitaciones de su poder, raramente tiene la opción de hacer.

“Seguro que va a tener que adaptarse a Washington, pero Washington va a tener que adaptarse a él”, dijo Schweitzer.

“Las vacas sagradas que la gente tiene en tanta estima no van a ser tan sagradas para él”, dijo Schweitzer, aunque agregó: “Creo que tendrá que adaptarse y va a descubrir que la realidad de gobernar es muy diferente a la realidad de siquiera estar en el gobierno o de no tener ningún poder”.

Algunos republicanos están observando la cobertura de los medios de comunicación en los últimos días, y las predicciones de la lucha entre Priebus y Bannon en especial crea una sensación de un doble estándar.

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“Toda esta conversación es algo que apela a los partidarios de Trump y a los republicanos que piensan que no pueden obtener un trato justo”, dijo a CNN el martes Doug Heye, un exdirector de comunicaciones del Comité Nacional Republicano.

“En 2008, en este momento, cuando había divisiones internas en la transición de Obama, nos dijeron que era un equipo de rivales y que eso era algo que debía ser aplaudido”, dijo Heye. “Y ahora nos dicen que esto es una pelea de cuchillos de Juego de Tronos”.

Sara Murray de CNN contribuyó a este informe.

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