OPINIÓN: México ante el Donald Trump verdadero
Nota del editor: Alberto Bello es director Editorial de Negocios de Grupo Expansión. Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor.
(Expansión/Puebla) – Cada quién tiene su versión sobre el auténtico Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos de América. Todos nos ponemos especulativos, y pasamos de la paranoia a la ingenuidad en todos los matices de color (naranja) para quedar tan confundidos como al principio.
Están los prudentes, quienes piensan que es mejor no decir nada. “Hay que esperar a ver qué pasa”. Estos recomiendan mesura, un análisis estratégico de las posibilidades (que de ninguna manera podría estar listo en una semana, seamos serios) y para los cuales lo mejor que puede hacer México es no hacer ruido, no provocar, a ver si vamos a alterar el equilibrio. En esta tensión mediática parece estar en nuestra clase diplomática.
Están los más pesimistas. Estos creen que el candidato republicano, el de antes de la elección, y el líder del mundo libre del 20 de enero próximio, son uno mismo: un enemigo inflexible de lo mexicano, del libre comercio, de las medidas contra el cambio climático, amante de la construcción de muros.
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También están los literales, que creen (o sugieren que creamos) a pies juntillas en el contrato de Trump con el pueblo americano, el de los primeros 100 días. No lo dirán, pero para estos, lo mejor que puede hacer México o cualquiera de nosotros es encomendarse a Dios, a todos los santos o a la virgencita de Guadalupe –o contratarlos, si son consultores, para ayudarnos. Para estos, Trump estará dentro de tres o cuatro meses inaugurando una pared en la frontera.
Lejos de estos están los del rational choice, salidos de escuelas en el camino de Santa Teresa y con maestrías en el extranjero (y todos los que pertenecemos a su órbita intelectual). No pueden, obviamente, decir que no saben qué va a pasar.
OPINIÓN: Trump ya ganó. Y ahora, ¿qué?
Estos ponen sobre la mesa las constituencies de los legisladores, la base electoral de la que depende la reelección de los miembros del Congreso estadounidense. Las empresas de esos distritos, los trabajadores, las grandes corporaciones que tal vez los apoyaron harán inviable eliminar o mutilar seriamente un tratado de libre comercio de América del Norte que genera riqueza y empleos en al menos 26 estados de la Unión.
¿Qué va a decir el agricultor de Iowa si le dicen que ya no puede exportar arroz a México? ¿O el productor de manzanas de Massachussets?
En este grupo está el mundo sensato, como al que pertenece el secretario de Economía Ildefonso Guajardo, defensor de una modernización (que no revisión) del TLCAN, de continuar con la línea de diversificación y crecimiento en la cadena de valor de nuestra industria.
ESPECIAL: Cumbre de Negocios 2016
Así lo dijo ayer en la Cumbre de Negocios 2016 que se celebra en Puebla , donde contamos, asombroso, con personajes en casi todas las posiciones.
Parecidos a estos son los que, con un gran deseo de que sea cierto, dicen que “el candidato no es el presidente”. Ponen sobre la mesa los matices sobre el Obamacare del fin de semana, la postposición de la decisión del muro y el hecho incontestable de que ningún candidato en su memoria ha cumplido sus promesas de campaña. Es un análisis elegante y, ante la realidad mexicana, desde luego incontrovertible. A este grupo pertenece Claude Smadja, cerebro intelectual del Foro.
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Después pueden señalarse a los sobreinformados que, por el contrario, nos dedicamos a desmenuzar las implicaciones de cada palabra, gesto o nombramiento –por ejemplo, Reince Preibus como jefe de gabinete, un enlace con el Congreso; estratega jefe, Steve Bannon, un enlace con la demencia–. Leemos las quinielas de posibles secretarios del interior y sonreímos ya sin muchas ganas si aparece Sarah Palin, o nos tranquilizamos ante las opciones más decentes. Somos los que a cada pregunta, responderemos con nombres, datos, citas textuales.
Desgraciadamente no he encontrado aún a alguien de mi grupo favorito en la vida, el de los optimistas, los que pensarían que todo va a seguir igual. Pero en este mes que tenemos por delante, ¿no te late, por algunos minutos, sentir que no pasó lo que pasó? ¿Te apuntas a inaugurar un grupo vacante para el análisis político internacional?
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Estamos todos igual, saltando de una a otra casilla, del pesimismo desaforado, a la saturación informativa, a esa conclusión final, pasiva y prudente: “esperemos a ver qué pasa”.
En México Cumbre de Negocios, desde este domingo hasta el 15 de noviembre, un grupo de empresas, políticos y analistas analizaremos los escenarios para México ante el cambio más profundo desde la firma del TLCAN.
Yo espero salir el martes con mi bolita en algún color. Hoy, para empezar, creo que la actitud que presenta México, de serenidad, creatividad y cierta unidad, las cualidades que requería Miguel Alemán , en la inauguración del evento, son las correctas. Pero pongámosle una velita a los arroceros de Iowa, plis.
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