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Verdades a medias sobre 'gasolinazo' en el mensaje de EPN

El gobierno federal justificó el alza en las gasolinas como producto del precio internacional del petróleo, aunque la realidad es más compleja.
vie 06 enero 2017 12:50 PM

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, justificó en cadena nacional el aumento al precio de la gasolina desde el inicio del año. Si bien muchas de las razones que dio el mandatario son ciertas, otras son en parte verdad y en parte no.

1. “Quiero subrayar que este ajuste en el precio de la gasolina no se debe a la reforma energética ni a los impuestos”.

Verdad a medias: El alza o baja en el precio de la gasolina a partir de este año sí es resultado de la reforma energética. La liberalización de los combustibles está prevista en la Ley de Hidrocarburos, que fue modificada con la reforma energética y que originalmente contemplaba liberar el precio para 2018. Sin embargo, el gobierno federal propuso adelantar la medida para 2017, una decisión que obtuvo el visto bueno del Congreso de la Unión.

El proceso de liberar el combustible implica que el precio dependa de los precios internacionales del petróleo, por lo tanto, si el referencial baja, los consumidores podrán ver menores precios.

De acuerdo con el subsecretario de ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, una recuperación del peso también puede ayudar a disminuir el precio, esto porque gran parte de las gasolinas son importadas.

2.“En el último año, en todo el mundo, el precio del petróleo aumentó cerca de 60%”.

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Verdad: los precios internacionales del petróleo han mostrado una importante recuperación. El referencial West Texas Intermediate (WTI) se ha recuperado en poco más de 18 dólares desde el mínimo de 35.73 dólares por barril que tocó el 20 de enero del año pasado. La liberalización de los precios de la gasolina implica que los precios de los combustibles reflejan los movimientos internacionales del crudo, además de impuestos, costos de distribución y el margen de ganancia de las gasolineras.

3. “México importa más de la mitad de los combustibles que consumimos”.

Verdad: Las importaciones de gasolina han ido aumentando. En 2009 se importaba 41% del consumo nacional y hasta noviembre de 2016, esa proporción pasó a 59%, según datos del Sistema de Información Energética (SIE). Esas importaciones encarecen el precio ya que hay al realizarse en dólares hay un mayor costo que refleja la depreciación que ha mostrado el peso mexicano frente al dólar.

Sin embargo, pese al auge petrolero vivido en años anteriores, México dejó de invertir en el sector energético , en particular en las refinerías, para destinar los recursos al crecimiento inercial del gasto público.

El porcentaje de utilización de las refinerías en México pasó de 77% en 2010 a 66% en 2015. “La caída en el porcentaje de utilización en la capacidad y por lo tanto en el volumen producido, se debe entre otros factores a paros no programados, reducciones en el presupuesto de mantenimiento, así como a la ejecución de trabajos de rehabilitación”, dijo la Secretaría de Energía en un informe publicado en mayo del año pasado.

4. “El gobierno no recibirá ni un centavo más de impuestos por este incremento”.

Verdad a medias: La carga de impuestos, en particular el IEPS bajó respecto a 2016. Para este año, por cada litro de Magna, el IEPS es de 3.64 pesos, cuando fue de 4.16 pesos en 2016.
No obstante, Hacienda e spera recaudar por este concepto 284,432 millones de pesos en 2017, frente a los 263,547 millones de pesos recaudados de enero a noviembre de 2016. Este aumento nominal de 8% sería resultado del incremento en los precios.

Parte del aumento obedece a que anteriormente, existía una banda de fluctuación en los precios de la gasolina para los consumidores. Si el precio internacional del combustible superaba ese aumento, afectaba la recaudación por IEPS. En este año, el gobierno buscó preservar lo que recauda por ese impuesto.

"En el sistema anterior, lo que ocurría es que se tenía un IEPS presupuestado pero si las bandas de la gasolina se pasaban, parte de esto se comía el IEPS y ahorita el IEPS se liberó de los otros componentes del precio", dice Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

5. “60 millones de mexicanos los de menores ingresos, solo consumen el 15% de la gasolina, mientras que 12 millones, el 10% de la población de mayores ingresos, consume 40% de la gasolina”.

Verdad: El subsidio a las gasolinas beneficia a las clases medias y altas que eran las que más ventajas obtenían de consumir la gasolina a un menor precio del que debía prevalecer, dice en un reporte Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer. “En concreto, los subsidios de la gasolina beneficiaban al 10% de la población con mayores ingresos al recibir nueve veces más en subsidios que el 10% más pobre del país”.

6. “En el sexenio anterior, se perdieron casi un billón de pesos, es decir un millón de millones subsidiando la gasolina”.

Verdad a medias: Si bien en el sexenio de Felipe Calderón se mantuvo la dinámica, ésta continuó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. “Tan solo entre 2007 y 2014, los subsidios a los precios de la gasolina ascendieron a un billón, 141,000 millones de pesos (6.8% del PIB), agrega Serrano.

7. “Si no cuidáramos la estabilidad de nuestra economía, ¿qué pasaría? Habría jefas y jefes de familia que perderían su trabajo, jóvenes que se gradúan no encontrarían un empleo, las parejas que compran una casa a crédito verían difícil completar sus pagos y las amas de casa verían que su gasto ya no les alcanza pues subirían todos los precios”.

Verdad a medias: el 'gasolinazo' implica que habrá una mayor inflación desde enero y durante el resto del año. Los analistas esperan que l os precios a los consumidores aumenten más de 4% en enero frente al mismo mes de 2015, una cifra superior al objetivo del Banco de México de 3% +/- un punto porcentual. Los pronósticos de inflación para terminar el año llegan hasta 5%.
El incremento en el precio de la gasolina impactará de forma indirecta el precio de otros productos, entre ellos el de los alimentos, lo cual afectará el gasto de las familias.
Para contener las presiones inflacionarias, se prevé que el Banco Central tenga que elevar todavía más la tasas de interés de referencia, lo que encarecerá todo tipo de créditos, incluyendo los hipotecarios.

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