¿Cómo es el negocio del fitness? De la vida saludable al éxito en Instagram
Las fotografías de comida sana que luce deliciosa y de personas que realizan alguna actividad física, como yoga o running, son cada vez más populares en redes sociales. Pero, en ocasiones, detrás de esas imágenes se encuentra el negocio del fitness: hombres y mujeres que han ido más allá de demostrar su vida saludable y, aprovechando la popularidad en redes sociales, brindan cursos o asesorías para obtener ingresos.
Laura Romero es dueña de la cuenta de Instagram @Québuenasalud, que tiene más de 144,000 seguidores. La coach colombiana, especializada en alimentación holística y reiki, cuenta que mientras estudiaba la licenciatura en Derecho en la Universidad de Los Andes en Bogotá decidió ser vegetariana.
Abrió una cuenta de Instagram en 2013 para demostrarle al mundo su estilo de vida. “En esos tiempos había muy poca gente vegetariana y les parecía interesante ver cómo preparaba alimentos, por ejemplo, una hamburguesa”, explica.
Con el tiempo incrementó su número de seguidores, lo que la motivó a estudiar coaching en comida holística para ofrecer información más especializada. Al terminar de estudiar Derecho, Romero ya había tomado otros cursos de sanación de útero y reiki. Finalmente, tras graduarse optó por convertir la vida saludable en una carrera profesional.
Además de la cuenta en Instagram ya tiene un perfil en Facebook, un sitio de internet y brinda asesorías presenciales o vía Skype, lo cual es su principal fuente de ingresos. Actualmente atiende a 17 clientes.
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Vida Velázquez es otra personalidad del fitness en redes sociales. La health coach mexicana empezó a dar clases de cocina saludable y a vender los platillos entre sus amigos. En 2013 abrió una cuenta de Instagram para publicar contenido referente a comida y entrenamiento, sumó seguidores y comenzó a dar asesorías sobre alimentación.
Hoy su cuenta tiene más de 9,000 seguidores y las asesorías son su única fuente de ingresos. El costo del plan de alimentación que ofrece va desde los 250 pesos mensuales.
Los ingresos de estos influencers no sólo provienen de las asesorías. Gabriela González es de Puerto Vallarta, tiene 71,400 followers en Instagram y ofrece consultoría nutricional y de activación física. Además de atender cada mes a entre 30 y 50 clientes -que pagan desde 1,500 pesos hasta 2,500 pesos-, la health coach del Institute for Integrative Nutrition de Nueva York ha tenido la oportunidad de ser patrocinada por marcas a cambio de que recomiende el producto en sus publicaciones.
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“Solo realizo este tipo de trabajos cuando la marca va de acuerdo con mis principios y cuando estoy convencida de que lo que promociono realmente funciona", explica González, quien invirtió aproximadamente 250,000 pesos en la infraestructura de su sitio web y su aplicación. Algunas de las marcas con las que ha trabajado son Puma y Quest.
Detrás del negocio
Romero afirma que las claves de su éxito son hacer las cosas sin pensar en ganar dinero y manejar las redes sociales de manera orgánica, sin demasiada planeación. Vida Velázquez agrega que otro elemento importante es la organización del tiempo para crear contenido constante para su cuenta, donde publica una o dos veces al día.
Bernardo Salazar, CEO de la agencia de marketing digital Media Source, dice que para conseguir seguidores en estas plataformas se debe mostrar liderazgo y conocimientos sobre un tema, así pasión y diversión en las actividades que se realicen. “A la gente le gusta ver cosas divertidas, entonces verlos se convierte en un motivante para la sociedad, formando poco a poco su propia comunidad”, explica.
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Por su parte, la nutrióloga Raquel Pérez de León considera que los health coach no tienen la capacidad de diseñar dietas o planes alimenticios como lo hacen los especialistas en nutrición. “Los health coach recomiendan lo que les sirve a ellos, pero todos somos diferentes e incluso no todos tenemos para pagar la comida que ellos consumen, que generalmente son los llamados súperalimentos”, menciona.
Pérez de León afirma que estos influencers pueden ayudar a complementar a un nutriólogo, psicólogo y médico, pero no pueden dar dietas especializadas.