Las solicitudes de refugio en México se disparan 2,589% en 15 años
Las estadísticas internacionales y los registros nacionales concuerdan: en 2016 México alcanzó su récord histórico en solicitudes de refugio recibidas y en personas con algún tipo de protección migratoria.
Así lo revela el Anuario de migración y remesas 2017, que reúne datos de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Cifras de esta última institución —la responsable del gobierno federal de conducir la política en materia de refugio y protección complementaria— señalan que, mientras en 2002 se recibieron 221 solicitudes, la cantidad en el periodo enero-septiembre de 2016 se disparó a 5,944.
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Esto representa un incremento de 2,589%, y que el año pasado México recibió un promedio de 660 peticiones al mes, cuando hace 15 años sólo se ingresaban 18 mensualmente.
De acuerdo con la Comar, de las 5,944 solicitudes recibidas en 2016, se aceptó 29.3%. Esto equivale a 1,746 y es la cifra más alta registrada desde 2002.
Para evaluar una solicitud y definir si una persona extranjera puede o no ser reconocida como refugiada, el gobierno federal evalúa factores como si es perseguida y corre peligro por motivos de raza, religión, nacionalidad, género, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, según la Secretaría de Gobernación (Segob).
Al respecto, la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem) advierte que en los últimos años se ha registrado un cambio en el flujo migratorio que coincide con un aumento de vulnerabilidad y de la violencia en contra de la población migrante.
"Las personas migrantes se enfrentan no sólo a diversos factores de expulsión, necesidades y búsquedas, sino a un nuevo panorama de lugares de origen, rutas y destinos", señala la Redodem en el informe Migrantes en México: recorriendo un camino de violencia.
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Los refugiados en México
El Anuario de migración y remesas 2017 —elaborado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), la Fundación BBVA Bancomer y BBVA Research— revela que, de 2014 a 2015, la cifra de refugiados en México se incrementó 61% al pasar de 1,785 a 2,874.
Los datos de la ACNUR muestran que los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por El Salvador, Honduras y Guatemala, aportan la mayor cantidad de extranjeros con estatus de refugiado en México, pues siete de cada 10 provienen de dichas naciones.
Sin embargo, desde 2016 se registra un fenómeno adicional. De acuerdo con la Redodem, desde abril del año pasado los albergues, centros de atención y de derechos humanos de la frontera norte —en particular los de Mexicali y Tijuana, en Baja California— se han visto sobrepasados por la cantidad de migrantes procedentes de Haití y países africanos como Congo, Ghana, Senegal, Somalia y Malí que llegan a México.
Activistas y medios han documentado que muchos de ellos recorrieron miles de kilómetros para solicitar ser reconocidos como refugiados en Estados Unidos, tras haber padecido problemas humanitarios, como los derivados del sismo de 2010 en Haití, o conflictos armados, como los que afectan a varias naciones africanas.
Pero en su trayecto y a su llegada a la frontera norte de México, se toparon con un endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos, incluso antes de que el republicano Donald Trump asumiera la presidencia el pasado 20 de enero.
Ahora, mientras Trump tiene ya seis meses como jefe de la Casa Blanca y advierte con mantener en su gestión un firme apoyo a políticas de acceso restringido a los extranjeros, organizaciones civiles señalan que alrededor de 14,000 haitianos y africanos están varados a lo largo de la frontera con territorio estadounidense.
Frente a la situación, muchos de ellos han dicho que ya no buscan ingresar a Estados Unidos, sino que aspiran a que México les abra los brazos.
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