El Programa 3x1 para migrantes sufre tijera en el primer año de Trump
El presupuesto para una de las estrategias del gobierno federal destinadas a potenciar las remesas que envían los mexicanos desde el extranjero sufrió uno de los recortes más significativos del actual sexenio, pese al panorama adverso frente a Estados Unidos.
Para 2017, el Programa 3x1 tuvo un presupuesto de 475.8 millones de pesos (mdp), mientras que el año pasado se gastaron en él 635.8 mdp, lo significa un recorte de 33.6%. De hecho, esta estrategia —que suma recursos de los gobiernos federal, estatal y municipal al dinero de los paisanos para desarrollar proyectos en beneficio de las comunidades expulsoras— ya había sufrido un primer recorte cuando su presupuesto para 2016 fue reducido en 50 mdp, pues originalmente estaba asignado en 685.8 mdp.
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El Programa 3x1 se divide en cuatro vertientes para definir los proyectos a apoyar: infraestructura social, que se encarga de aspectos como puentes, drenaje o dotar de electricidad a viviendas; de servicios comunitarios, para el desarrollo de centros deportivos o parques; proyectos educativos, para becas o bibliotecas, y los proyectos productivos, que son los micronegocios. La estrategia opera en 28 estados.
En lo que va de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, 2017 es el año con el menor presupuesto destinado a este programa (475.8 mdp), y el monto rompe con la tendencia al alza que se venía registrando. En 2013, el monto con el que se reforzaron los recursos de los migrantes fue de 525.6 mdp, en 2014 se les apoyó con 545.5 mdp, en 2015 con 564.1 mdp, mientras que en 2016 el presupuesto final fue de 635.8 mdp.
Esta asignación de recursos por parte de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) ocurre en el primer año de gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha dicho que buscará poner impuestos a los envíos de remesas desde su país al exterior.
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Bad año
La directora del Programa 3x1, Elia Ambriz, señala que esta disminución tiene que ver con la situación económica de México, ante la cual el año pasado hubo varios recortes en el presupuesto federal, pero confió en que podrán continuar los apoyos a las comunidades pese a contar con recursos limitados.
"En 2016 tuvimos una reducción de 50 mdp de pesos de Hacienda, y aun así superamos las metas programadas. Es lo que estamos tratando: apoyar más con menos", comenta a Expansión.
La funcionaria explicó que se han incrementado las solicitudes de apoyo para la modalidad de proyectos productivos, los cuales tienen la finalidad de generar un ingreso directo para las familias de los migrantes a través de pequeños negocios, como previsión ante una posible afectación por parte de las políticas de Trump.
“Lo que creo es que nuestros migrantes están vislumbrando esa situación (las políticas de Trump), como prever algún tema que pudiera afectarlos en Estados Unidos. Entonces, a raíz de eso, se ha incrementando la solicitud para los proyectos productivos”, abunda en entrevista, al estimar que dichas solicitudes han tenido un alza de cerca de 50% desde 2013. Hasta junio pasado se contabilizaron 264 proyectos de este tipo.
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Esto, pese a que las últimas cifras oficiales disponibles registran que los proyectos para crear micronegocios como estéticas, papelerías o vulcanizadoras se han mantenido constantes en lo que va del actual sexenio. El cuarto reporte trimestral de la Sedesol estimó de manera preliminar que en 2016 se habían concluido 242 proyectos de este tipo, mientras que en 2015 la cifra fue de 252; en 2014 hubo 219, y en 2013 se totalizaron 239 proyectos productivos.
El monto total destinado a los pequeños negocios, ya sean individuales, familiares o comunitarios, han tenido una inversión de 555.7 mdp de 2013 a 2016, de acuerdo con datos de la Sedesol.
Una oportunidad
El Programa 3x1 para migrantes nació en 2002 bajo el nombre “Iniciativa Ciudadana Tres por Uno”, a partir de la premisa de que los migrantes en otras partes del país se agrupan para enviar remesas colectivas para la realización de obras en beneficio de la comunidad.
De ahí, surgió la idea de que los clubes de migrantes, conformados por al menos 10 mexicanos que viven en el extranjero, enviaran recursos al país que junto con la aportación del gobierno federal, estatal y municipal lograran obras públicas, proyectos de infraestructura, de educación, de servicio comunitario y de negocios para promover el desarrollo económico de la localidad.
Para promover un proyecto, los migrantes en Estados Unidos tienen que formar un club, el cual debe estar registrado y avalado por la Sedesol, y presentar un proyecto en uno de los consulados mexicanos. Éste debe ser aprobado por el Comité de Validación y Atención a Migrantes (COVAM), conformado por representantes del gobierno federal (un delegado de Sedesol), del estado, municipio y de la comunidad migrante.
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“El programa presenta una gran oportunidad de tomar acciones coordinadas en el desarrollo de las localidades de origen de los migrantes”, afirma Gerardo Franco, investigador de RIMISP Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
El especialista en temas de política social considera que, con las políticas de gobierno de EU, es el momento clave para que esas decisiones de inversión en remesas colectivas puedan ser agentes de desarrollo territorial más amplio, pues hasta el momento los proyectos no necesariamente cumplen con las necesidades de la población en donde se realizan al estar sujetos a personas que vienen al país una o dos veces al año.
“La alternativa es invertir en una serie de bienes públicos para el desarrollo económico, no es lo mismo invertir en una vulcanizadora o papelería que invertir en sistemas de riego o asistencia técnica que son bienes públicos que benefician no a un pequeño grupo sino a todos los habitantes de la localidad”, detalla.
En lo que va del sexenio de Peña Nieto se han impulsado 8,225 proyectos con un recurso de 1,932 mdp provenientes del gobierno federal, que ha beneficiado a 2,239 municipios y 5,385 comunidades.
Hasta junio de 2017, se aceptaron en el COVAM 1,730 proyectos. A final de año, se espera llegar a 1,900, una cifra por debajo de lo que se ha registrado en los últimos cuatro años.
