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OPINIÓN: Cómo conseguir que se haga justicia, para los periodistas y para todos

Si no se arresta y se hace pagar a estos terroristas de ISIS por sus crímenes contra la humanidad, seguirán siendo un peligro claro e inminente para nuestro planeta, opina Diane Foley y John Foley.
mié 22 noviembre 2017 11:30 AM
periodistas
"Periodismo para la libertad" Jim W. Foley entendía que el auténtico periodismo de investigación le da voz a los oprimidos por la guerra, la pobreza y la desigualdad, aseguran Diane y John Foley. (Foto: Atypeek/Getty Images)

Nota del editor: Diane y John Foley son padres del periodista estadounidense de guerra, James W. Foley, a quien ISIS secuestró, torturó y asesinó mientras trabajaba en Siria. Diane Foley es fundadora y presidenta de la fundación James W. Foley, que trabaja a favor del retorno a salvo de todos los estadounidenses detenidos en el extranjero y de la protección de los periodistas de guerra independientes. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a los autores.

Este es un artículo más de una serie de CNN Opinion sobre los desafíos a los que se enfrenta la prensa, que está bajo ataque de los críticos, los gobiernos y la tecnología cambiante.

(CNN) — La ONU estima que a lo largo de la pasada década, más de 900 periodistas, incluido nuestro hijo, James W. Foley, murieron en el intento de informar al público. Tristemente, solo uno de cada diez casos ha culminado en una condena judicial.

En 2012 y 2013 también secuestraron a los periodistas estadounidenses Austin Tice y Steven Sotloff, así como a los trabajadores humanitarios Peter Kassig y Kayla Mueller. En 2014, tras casi dos años de torturas e inanición, los captores de Jim, miembros de ISIS, lo decapitaron públicamente. Luego, Steven, Peter y Kayla murieron en cautiverio. Aún se desconoce el paradero de Austin.

OPINIÓN: Sin libertad de prensa no hay democracia

Cada vez son más los estadounidenses que están en la mira mientras trabajan y viajan al extranjero. De los 90 rehenes occidentales a los que han asesinado desde 2001, 41 eran ciudadanos estadounidenses .

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A Jim le apasionaban la libertad de prensa y los derechos humanos. Entendía que el auténtico periodismo de investigación le da voz a los oprimidos por la guerra, la pobreza y la desigualdad… y que esta clase de periodismo es esencial para nuestra libertad.

Jim aspiraba a ser un hombre de valentía moral. Todos los días nos desafía a buscar que este mundo sea mejor. Hacemos un llamado a todos los estadounidenses a tener la valentía moral de esperar que se lleve ante la justicia a quienes quieren destruir lo mejor de Estados Unidos: nuestra prensa libre y nuestra compasión por los que no son libres.

La Fundación para el Legado de James W. Foley pretende lograr que el retorno a salvo de nuestros ciudadanos detenidos o secuestrados en el extranjero sea prioridad para el país. También colabora con otras organizaciones para encontrar formas de proteger a los cada vez más vulnerables periodistas de guerra independientes y para informar a los estadounidenses sobre estas amenazas a nuestra libertad.

OPINIÓN: Sin libertad de prensa, la democracia muere

La Fundación Foley trabaja con el gobierno estadounidense para promover el retorno urgente de todos los estadounidenses en cautiverio y colabora con otras entidades para crear la alianza Una Cultura de la Seguridad (ACOS, por sus siglas en inglés). ACOS es una alianza histórica de empresas de medios, organizaciones no lucrativas dedicadas a la libertad de prensa y periodistas independientes con el fin de proteger a los periodistas de guerra, que cada vez son más.

ACOS creó un plan de estudios para escuelas de periodismo, en el que se hace hincapié en la evaluación de riesgos, en el entrenamiento de seguridad personal y digital, y crea consciencia sobre las amenazas tan reales que se ciernen sobre nuestras sociedades occidentales libres.

Nos alienta la Directiva Presidencial 30 , emitida en 2015, en la que se establece el Grupo de Reacción para Rehenes de la Casa Blanca, la Célula de Fusión para la Recuperación de Rehenes y la figura del Enviado Especial de la Presidencia para Asuntos de Rehenes . Estos grupos trabajan en conjunto para crear estrategias para la liberación de los estadounidenses secuestrados en el extranjero.

Lee: 32 medios exigen poner fin a los asesinatos de periodistas

El Grupo de Reacción para Rehenes está encabezado por un asistente especial de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y por Tom Bossert, director sénior de Contraterrorismo; por otro lado, la Célula de Fusión para la Recuperación de Rehenes es un grupo operativo interinstitucional dedicado a la recuperación de rehenes estadounidenses en el extranjero, a cargo del agente especial Robert Saale, del FBI. El puesto de Enviado Especial de la Presidencia para Asuntos de Rehenes sigue vacante, aunque la enviada interina Julia Nesheiwat sigue con las labores de contacto diplomático.

Aplaudimos a la Casa Blanca de Trump por haber asegurado la liberación de Aya Hijazi en Egipto; de Caitlan Coleman, en Pakistán, y de Otto Warmbier en Corea del Norte; sin embargo, urgimos a que se designe al enviado especial de la presidencia para asuntos de rehenes con el fin de intensificar los esfuerzos diplomáticos para la liberación de estadounidenses que llevan cautivos mucho tiempo, como Austin Tice (en cautiverio desde 2012) y Robert Levinson (desde 2007).

Han pasado tres largos años desde el brutal asesinato de Jim. Esperamos justicia para él. Nos dicen que confiemos en que nuestro gobierno está trabajando para llevar a los captores de Jim ante la justicia. Sin embargo, aún no se ha nombrado un abogado que dé prioridad a la búsqueda por la justicia. En una llamada reciente con nuestro agente de campo del FBI y contacto con la Célula de Fusión para la Recuperación de los Rehenes, nos dijeron que pese a que tanto Al Raqa como Mosul ya no están bajo control de ISIS, no ha habido información nueva sobre los captores de Jim.

OPINIÓN: Sin periodistas no puede existir la democracia

Nos alienta que ISIS esté prácticamente derrotado en Iraq y Siria. Sin embargo, tememos que nuestro gobierno esté tan ansioso de vengarse que borre cualquier oportunidad de identificar a los responsables de aterrorizar tanto a los civiles inocentes de Siria e Iraq o de la muerte de nuestros cuatro valientes estadounidenses.

Solamente se identificó al verdugo de Jim, Mohammed Emwazi (también conocido como "John, el yihadista"), quien murió en un ataque con drones . Pero ¿en dónde están sus cómplices y sus líderes? Si no se arresta y se hace pagar a estos terroristas de ISIS por sus crímenes contra la humanidad, seguirán siendo un peligro claro e inminente para nuestro planeta.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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