La plataforma que rastrea denuncias de acoso e identifica al agresor reincidente
Hay muchos errores humanos en el manejo de reportes de acoso sexual. Por ejemplo, cuando una exingeniera de Uber reportó acoso sexual en la empresa, el departamento de recursos humanos desestimó la denuncia afirmando que se trataba de la primera infracción cometida por el gerente señalado. La mujer descubrió más tarde que no era la primera vez que ocurría.
Ahora bien, imaginemos que ella hubiera publicado su queja en una plataforma en línea que rastreara las denuncias de acoso y marcara al agresor como un infractor reincidente.
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Así es como sería en el futuro si la emprendedora Jessica Ladd logra lo que se propone. Por el momento, su software Callisto está diseñado para manejar los reportes de asalto sexual en los campus universitarios, donde se da con excesiva frecuencia.
Una de cada cinco mujeres será agredida sexualmente mientras cursa la universidad, según el National Sexual Assault Resource Center de Estados Unidos, dedicado a estudiar e identificar la violencia sexual. Lo mismo ocurre con uno de cada seis hombres. Menos del 10% reportará esas agresiones. Y los reportes que sí se presentan a menudo se dan muchos meses después de que el abuso ocurrió.
Por una cuota, las universidades pueden implementar Callisto, que permite a los estudiantes crear una cuenta gratuita.
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Esto puede ayudar a las escuelas a acabar con los agresores reincidentes.
Callisto, lanzado en 2015, está siendo utilizado por siete universidades, que pagan una cuota de activación de 5,000 a 10,000 dólares más una suscripción anual.
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Las entradas se guardan con fecha y hora, algo importante para las investigaciones. "Reduce la posibilidad de testimonios contradictorios", dijo Ladd.
La Universidad de San Francisco (USF) fue la primera escuela en implementar el software.
Leighia Fleming, oficial de igualdad y observancia de la USF, dijo que es útil para aportar información a los investigadores, pero también para proporcionar a la escuela datos sobre la época del año en que es más probable que ocurran los asaltos sexuales.
Silicon Valley es conocido por solventar grandes problemas, pero la agresión sexual no ha sido uno de ellos.
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"Estamos produciendo un gran cambio en un campo en el que no incursionan muchas empresas", señaló Ladd, quien estudió salud pública y epidemiología de enfermedades infecciosas. Ella ve una clara oportunidad de mercado, pero el éxito no será monetario.
"Beneficiarse económicamente de la violación es algo que hace que la gente se sienta muy incómoda".
Ladd, de 31 años, prevé para Callisto un alcance mucho más allá de los campus universitarios. El software, por ejemplo, podría ser utilizado en entornos corporativos. "Es un dramático cambio de paradigma en la forma en que pensamos la investigación de conductas reprobables en general", dijo Ladd a CNNTech. "Hay una gran necesidad (del software)".
Ladd añadió que barajaban la idea de poner el software Callisto a disposición de un par de compañías de tecnología. Hasta ahora, no ha habido compradores. "Están nerviosos de que un tercero recopile datos", dijo.
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Pero también está el factor de la ignorancia dichosa. "Ellos no quieren saber. Han funcionado ‘bien’ en esa ignorancia y desconocimiento", agregó Ladd, ella misma sobreviviente de un asalto sexual.
Ladd ha liberado el código de Callisto en la plataforma Github para que otros copien el código y lo implementen en sus sistemas internos de recursos humanos. Comenta que el software podría ser usado para reportar otros abusos de derechos humanos, desde la brutalidad policial a las deportaciones de inmigrantes. "Quiero que las personas tomen esta idea y la lleven a cabo".
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