Lejos quedaron los días en los que los trabajadores recibían el pago de su salario en efectivo. También quedaron atrás los tiempos en los que las empresas decidían en qué banco depositarían los sueldos de sus trabajadores. Lo de hoy no solamente es que el empleado elija en qué institución desea su dinero, sino que, además, por esta mera preferencia puede hacerse de beneficios adicionales.
De ahí que seleccionar el banco en el que se recibirán sus pagos sea un elemento de peso en sus finanzas personales. Ahora bien, en realidad estamos hablando de una cuestión que atañe a unos 35 millones de personas, que es la cantidad que, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), sumaban las cuentas de nómina en el país, hasta mayo de 2020.