Cómo empoderar a la mujer, desde niñas
Los retos que enfrenta el país a raíz de la reforma educativa fueron tema de debate en el Women’s Forum México. Alexandra Zapata, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), recordó que en 2014 el instituto realizó un estudio donde quedó al descubierto la corrupción en el otorgamiento de plazas en la Secretaría de Educación Pública. “La transparencia es un avance para conocer las fallas de raíz, que nos compromete a realizar cambios”.
Las estadísticas y la transparencia, continuó Margarita Zavala, directora de la asociación Dignificación para la Política, también han servido para hacer visibles a las niñas y ubicar dónde estamos. “Hay que enfrentar la realidad y hacer cambios en las escuelas, en las empresas y el hogar, porque es un hecho que las mujeres no nos vamos a quedar en casa”.
Zavala se refirió a la desigualdad que existe en el discursos de los libros de texto, donde mujeres y hombres se presentan con estereotipos en el rol social y profesional, y en la necesidad de realizar cambios estructurales no solo en las políticas públicas, sino en la instrucción de la enseñanza.
Para reducir estas deficiencias, Zapata propuso a padres de familia y maestros asumir el compromiso de convertirse en supervisores sociales. Vigilar que los programas se cumplan, denunciar las acciones inadecuadas dentro de las escuelas y supervisar la aplicación de los recursos públicos. “Hay que involucrarnos para elevar el nivel de exigencia en las escuelas”.
Lee: Educar a las mujeres para ganar
Marinela Servitje, presidenta del consejo directivo del Instituto de Fomento e Investigación Educativa, destacó que más allá de los contenidos –y la necesidad de fomentar el aprendizaje de ingenierías y ciencias–, la forma en que los niños aprenden es fundamental para reducir la brecha de conocimiento entre hombres y mujeres. “Hay que mejorar no solo en la parte académica sino fortalecer las actitudes que tienen que ver con la parte emocional y la formación del carácter”.
Para tener más mujeres líderes, dijo, es importante trabajar en la enseñanza de temas menos tangibles, como seguridad y constancia, desde la infancia. “Hay que empoderar a las niñas en la parte emocional”, agregó Servitje, porque muchas mujeres no son capaces de asumir un proyecto, sobre todo cuando se trata de una mayor responsabilidad.
Para Gina Diez Barroso, fundadora de Centro, la primera universidad especializada en estudios creativos en la Ciudad de México, la educación es un tema integral. Hay que ir más allá y trabajar para que los maestros se vuelvan asesores.
Los millenials tienen hoy una gran cantidad de información y son los maestros quienes deben guiar a los alumnos, ayudarlos a elegir la información y utilizarla en su beneficio
Un claro ejemplo de las deficiencias del sistema educativo, dijo Zapata, es que la mayoría de los maestros son mujeres, pero 80% de los directores de las escuelas son hombres. Ella confía en que esta situación cambie con la reforma educativa, que condiciona los puestos con base en méritos y talento.
Respecto a la flexibilidad en los planes de estudio y orientación vocacional en educación superior, Diez Barroso –quien pertenece al consejo directivo de seis empresas públicas–, aseguró que en tres o cuatro años, México deberá tener flexibilidad en el diseño de planes de estudios profesionales.
La enseñanza, destacó, tendrá que adaptarse a la realidad donde no es posible decidir un área de estudia en preparatorio, o cursar materias en la universidad que no son necesarias para el proyecto personal de cada alumno.
Las panelistas coincidieron en que los recursos públicos destinados a la educación en México, que ascienden a un 6% del presupuesto público, es suficiente. El problema es cómo se invierten.