¿Recién egresado y buscas empleo? Esto es lo que debes considerar
Tras acabar la carrera, llega el vértigo del primer empleo. Dónde trabajar, en qué posición, cómo lograr las habilidades y la experiencia para seguir avanzando... Por eso, este primer trabajo debe verse como una extensión del aprendizaje universitario: lo más importante es adquirir conocimientos en el ambiente laboral sobre cómo desarrollar las actividades en sí, pero también cómo relacionarte con el resto y solucionar conflictos que aparecen a diario, explica Helios Herrera, autor del libro 'La carrera después de la carrera' y fundador de HH Consultores. Esto compensará la falta de experiencia, agrega.
A la hora de analizar la posición, Herrera recomienda escoger algo acorde a la visión del futuro laboral. "Algo que te haga feliz, que esté relacionado con la versión ti mismo en cinco años. ¿Qué necesitas aprender a hacer para llegar a eso en cinco años?”, señala.
Encontrar el empleo adecuado, o al menos empezar a conocer hacia dónde orientar la carrera es clave, agrega Fernando Durán, director operativo de la consultora empresarial iClave. “Si hacemos un análisis de lo que es la vida en el trabajo a partir de los 18 y hasta los 65 años, estamos hablando de un alto porcentaje de nuestras vidas que le estamos dedicando al empleo. Son ocho horas del día que debemos disfrutar”, apunta.
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Esto puede chocar con una realidad en los primeros empleos: la poca experiencia provoca que los salarios sean bajos. Herrera aconseja no fijarse tanto en esta primera experiencia en lo monetario, pero sí aprovechar para generar conocimientos que puedan llevar a sueldos mayores en el corto plazo. El periodo recomendado para buscar una mejora en la oferta monetaria es de tres meses. Se debe hablar con los responsables, indicando los objetivos logrados y habilidades adquiridas dentro de la empresa.
Sin embargo, ambos especialistas recomiendan tener paciencia. “Muchas veces pasa el tiempo, no se logran los avances esperados y los jóvenes renuncian. Hay que tener mayor tolerancia a la frustración. Se debe pensar que es un camino largo”, comenta Durán.
Por eso, es recomendable buscar experiencias profesionales desde antes de dejar la universidad. “Los jóvenes tendrían que anticiparse y empezar a acumular experiencias laborales desde antes de terminar sus carreras y desarrollar habilidades blandas, competencias transversales que se adquieren en la vida cotidiana laboral”, detalla Herrera. Esto hará la diferencia en la elección de postulantes a una oferta de trabajo.
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Cómo adaptarte
El cambio de estar en un salón de clases a una oficina puede ser abrupto, sobre todo porque, aunque se haya concluido una carrera universitaria, la teoría no es igual que la práctica. “No hay que llegar con mentalidad de que lo sabemos todo. Hay que ser receptivos para poder conocer rápidamente lo necesario para desempeñar nuestro puesto”, afirmaDurán.
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Esto también ayudará a crear las primeras redes laborales, que serán útiles para el resto de la vida profesional. Si en la empresa no hay un curso de inducción o presentación formal, lo mejor es iniciar conversaciones con el equipo de trabajo sobre experiencias en la oficina y pedir pequeñas asesorías para hacer lazos de confianza.
Sin embargo, no se debe caer en el error de imitar al resto de los compañeros en sus tareas, ya que muchos ya tienen experiencia han adquirido vicios al momento de realizar las labores. Para evitarlo, lo mejor es hablar con el jefe: anota al menos cinco preguntas sobre lo que se espera del puesto y de qué manera lograrlo. Herrera propone escribir las respuestas y tenerlas siempre presente. “Tal vez a tu jefe no le importe que hagas home office, pero sí que revises las redes sociales en el trabajo. Esto no lo sabrás hasta que le preguntes directamente”, especifica.