Mantén las quejas bajo control
Reflexiona sobre cuántas de tus propias conversaciones comienzan con o involucran tus quejas. Si es algo que sucede comúnmente, ten la intención de equilibrarlo con comentarios más positivos.
“La gente recuerda lo que dices y tu actitud persiste”, menciona Kerry Hannon, autora de ‘Love Your Job: The New Rules for Career Happiness’.
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Agregar un ‘pero’ y luego un pensamiento positivo a un comentario negativo puede ayudarte a tener un mejor estado de ánimo, recomienda Jon Gordon, autor de ‘The Power of Positive Leadership’. Por ejemplo, está lloviendo y realmente esperaba un buen trayecto, ‘pero’ mi césped necesitaba ser regado.
Y cuando ocurra una conversación negativa a tu alrededor, resiste el impulso de entrar y participar.
Ofrece soluciones
Algunas quejas en la oficina son naturales. De hecho, pueden ayudar a construir la camaradería en las dosis adecuadas.
Pero puedes hacerlas más productivas instituyendo una regla de ‘no quejarse sin ofrecer una solución', aconseja Gordon.
“Si te estás quejando, no estás liderando. Debes concentrarte en las soluciones y en lo positivo, en lugar de en lo negativo”, indica.
Ten algo que esperar
Tener un ritual diario que disfrutes puede ayudarte a salir del mal estado de ánimo. Y no tiene que ser algo extravagante: una taza de café, leer tu blog favorito o una caminata rápida.