No necesitas ser la empresa con más beneficios, pero sí la que se preocupa y escucha a su colaborador. “Un empleado satisfecho aporta más valor a la compañía. Si el líder es capaz de transmitir valores comunes, los empleados los sentirán como suyos”, opina Joan Pallares, vicepresidente del portal de búsqueda de empleo CompuTrabajo.
Tampoco se requiere invertir de más. Natura es una de las organizaciones que redirigió su presupuesto, con base en las necesidades del momento. Antes de la cuarentena, los 137 colaboradores de la empresa cosmética tenían a su disposición desayunos y bebidas calientes, con el té chai como una de las infusiones favoritas. También se les ofreció un programa de beneficios que contemplaba gimnasio y atención médica, entre otros incentivos que fueron pensados para un esquema presencial.
Para trazar un plan que mantuviera la cercanía con la gente en plena cuarentena, se llamó por teléfono a los colaboradores. A cada uno se le preguntó cómo está llevando la situación, cómo es un día habitual, con quién vive, en qué condiciones, cómo se siente y qué necesita para sentirse mejor.
“Detectamos que en estos momentos urge cuidar su salud física y emocional. Así que desarrollamos una serie de webinars dirigidos por especialistas en felicidad en el trabajo, con sesiones especiales para padres. Se habilitó una plataforma de atención médica y un grupo de entretenimiento. Dos veces a la semana reciben clase de yoga y mindfulness. Se les envió un kit de productos de higiene y cada diez días damos seguimiento mediante una encuesta virtual. Esto no significó un aumento de inversión, sólo un cambio de estrategia”, detalla Maldonado.
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Desde que inició el confinamiento, el trabajo del área de recursos humanos de la brasileña incrementó 40%. Pero se ha conservado el engagement con el talento, mientras que la productividad ha permanecido arriba del 90%.