“El trabajador fue lo que nos rigió como cálculo de unidad, y nos concentramos en el costo adicional, sin considerar lo que cada uno pagaba antes de laborar en esta modalidad. Sí fue un reto porque existen diferentes entornos personales para cada colaborador”, detalla el directivo.
A sabiendas de que algunos trabajadores tuvieron que contratar más ancho de banda y de que en el mercado de telecomunicaciones hay distintos proveedores del servicio de internet, no se tomó en cuenta el número de personas que se conectan a la red en un mismo domicilio.
Lo mismo aplicó para el pago de luz y apoyo en la compra de alimentos, tomando en cuenta que Natura ofrecía servicio de comedor y cafetería en el esquema presencial.
Al final, la proporcionalidad se determinó de manera regional con un monto fijo, que cubría de marzo a septiembre de 2020. Y este mes, los trabajadores de Natura recibirán otro bono por la misma cantidad, pero esta vez corresponde a un apoyo económico de octubre del año pasado a marzo 2021.
El pasado 12 de enero entraron en vigor las reformas del artículo 311 a la Ley Federal del Trabajo (LFT), que obligan a las empresas a pagar el internet y la parte proporcional de luz a los colaboradores que realizan al menos el 40% de su jornada laboral en su domicilio. Natura dio este paso, antes de la regulación. Y aunque Palomo no detalló cómo este bono ha impactado en la productividad de la plantilla laboral, sí aseguró que los colaboradores han agradecido y valorado esta iniciativa de la compañía.
“Es muy importante desarrollar este tipo de estrategias que contribuyen a la motivación y al sentido de pertenencia de la gente hacia la organización. Hoy estamos definiendo qué más podemos cubrir, para que en el momento en que haya una norma sea más fácil apegarse a ella”, indica.
Arturo Alberto Hernández, especialista del Tecnológico de Monterrey, explica que la LFT no especifica cómo las compañías deben calcular la parte proporcional de estos pagos a servicios y todavía no hay un mecanismo claro de medición. Sin embargo, tal y como hizo Natura, aconseja comparar los recibos de los trabajadores, antes y después de la pandemia para poder establecer un monto, de preferencia personalizado, ya que los costos varían, según el caso de cada trabajador.
“No es que le pases el recibo de electricidad a tu jefe, esperando que él pague tu luz. Es que determines cuánto incrementó el pago, a raíz de que comenzó el home office. Y cuánto subió el recibo del internet, después de contratar un aumento de velocidad o ancho de banda”, comenta.