La preparación académica es relevante, coinciden los entrevistados, pero ha perdido el peso de antes. Esto no significa que los candidatos deban prescindir de una carrera, pero en tiempos inciertos a causa de la pandemia pesan más otros factores. La capacidad estratégica, el liderazgo holístico, el sentido de desarrollo e innovación, la anticipación a los hechos y el uso de métodos ágiles generan ventajas competitivas. “Para adaptarnos al cambio constante buscamos aprendices de tiempo completo. Personas con la oportunidad de expandir su conocimiento y su entendimiento de nuevas tendencias para, después, poder aplicarlo en su día a día”, dice Gabriela García, VP senior de Recursos Humanos de PepsiCo.
La experiencia también juega un papel importante. Para Banorte, es importante que sus líderes vengan del sector financiero y tecnológico. En Nestlé hay puestos en los que se valora más la experiencia en alimentos y ‘farma’. Alsea pone especial atención a la experiencia en empresas globales, que se caracterizan por tener al cliente y al colaborador en el centro. Natura aprecia el aprendizaje en otros países o haber emprendido, mientras que PepsiCo reconoce que haya estado en otros sectores, para tener un pensamiento más orgánico del negocio.
Las cinco buscan líderes holísticos. Personas con alto grado de compromiso hacia la institución, con una gran capacidad de adaptación y capaces de aprender con agilidad. Que impulsen la colaboración, inspirando a otros a dar su máximo esfuerzo, que proporcionen retroalimentación honesta y directa, preparados también para admitir los errores personales. Aquí es donde está la mejor carta de presentación.
Estas son las cinco habilidades más buscadas en puestos ejecutivos:
Inteligencia emocional: si antes era importante, ahora, con los cambios que trajo la pandemia, las empresas requieren aún más líderes con inteligencia emocional para poder ver por los resultados de la organización, pero, sobre todo, por el bienestar de su equipo.
Desarrollo del talento: la compañías quieren que sea empático y facilitador de las condiciones para que pueda desarrollarse a sí mismo y, especialmente, a su equipo.
Creatividad e innovación: que tenga una visión holística del negocio, con la intención de integrar tendencias y perspectivas externas para la toma de decisiones en nuevos procesos, productos y servicios.
Capacidad de adaptación: ser un líder de alto rango implica adaptarse de manera constante y ágil para enfrentar el cambio, tomar lo positivo de cada situación y capitalizar los aprendizajes.
Conocimiento técnico: autogestor con pensamiento estratégico, que haga mancuerna con la tecnología, los medios digitales, big data y métodos ágiles para optimizar los resultados del negocio.