Junto a su hermano fundó Embellé. Una marca de productos de belleza, cuyo diferenciador –productos listos para su uso- hizo que le compraran la compañía. Tras la venta de su compañía, Cervantes asumió la dirección general de Sognare en enero de 2020, con la misión de afianzar el posicionamiento de la marca y mantenerla como líder en su segmento.
Su astucia y habilidad para los negocios quedó demostrada con la pandemia del coronavirus. Logró que la marca mexicana de almohadas incrementara sus ventas online 89% y sus ventas totales 17% al cierre del año. Los colchones, su tercera división más importante, igual creció 82%.
La estrategia fue tener más presencia en los marketplace como Mercado Libre y Amazon, y en retailers como Liverpool, Sears, Coppel, Costco, Sams. La lista de distribuidores supera los 3,000 a nivel nacional.
Pero el crecimiento no quedó ahí. Las ventas online incrementaron 89%, versus el 2019. Cervantes considera que, contrario a otras empresas que sufrieron los estragos de la pandemia del coronavirus, a ellos los favoreció.
“Con el home office las personas se dieron cuenta de que tenían que dormir mejor, y de que más que un gasto, los productos de descanso son una inversión. En promedio pasaremos acostados más de 25 años de nuestra vida”, menciona.
Además, cada distribuidor tiene sus propios canales de venta. Y a pesar de que el año pasado, las departamentales tuvieron que cerrar sus puertas, como medida gubernamental para evitar contagios, los retailers también aceleraron su transformación digital.
Sognare es una empresa que nació a través de la venta directa por teléfono e infomerciales. Hoy día, el 40% de las ventas provienen del canal de retail. El 35% corresponde a la venta directa y el 25% restante a la venta por internet. La expectativa es crecer 30% este año.
En su trayectoria profesional, el directivo ha aprendido que la clave de toda empresa es conocer a su cliente para poder ser un vehículo que resuelva su necesidad en ese momento.
También que estar a la vanguardia en tecnología es fundamental para que los negocios sigan avanzando, sean más eficientes y tomen mejores decisiones. A su juicio, nada está escrito en piedra, por eso los objetivos de corto plazo tienen que modificarse todo el tiempo para llegar a los objetivos a mediano y largo plazo.
“El mayor fracaso se puede convertir en tu mayor aprendizaje, y ese aprendizaje te puede llevar al mejor éxito. Todo es mejorable, pero necesitas estar enfocado y ser rápido en las decisiones. No copiar, sino innovar y no olvidar que llegar lejos es entre varios, no uno solo. Cuida a tu gente”, expresa.