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El cansancio laboral en tiempos de pandemia también es contagioso

Cuando una persona experimenta 'burnout' fruto de las largas jornadas de trabajo, la recuperación tarda de dos a nueve meses. Y puede acabar afectando a sus propios compañeros.
mar 15 junio 2021 05:00 AM
Burnout
El 60% de los ejecutivos de empresa en México presentan altos niveles de estrés laboral, según datos del Ipade.

El agotamiento físico y mental, también conocido como burnout, ha aumentado desde que comenzó la pandemia. No es una enfermedad como el COVID-19, pero sí un trastorno psicosocial que se puede contagiar.

Yvette Mucharraz y Cano, profesora de dirección de personal en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (Ipade), asegura que este agotamiento puede transmitirse entre familiares y compañeros de trabajo, aún en esquema de home office.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también alerta en su página oficial, que refiere al estrés laboral, que estar cerca de una persona 'quemada' puede aumentar los niveles de cortisol en el observador. Esta es una hormona que se libera como respuesta al estrés, y su exceso en el cuerpo aumenta la presión arterial y complica conciliar el sueño profundo.

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El burnout está directamente relacionado con la productividad de los trabajadores y su motivación. Hoy, 60% de los ejecutivos de empresas en México presentan altos niveles de estrés laboral, según datos del Ipade. Y en el mundo del trabajo, las mujeres tienen 1.5 más probabilidades que los hombres de sufrirlo.

Algunas empresas han ofrecido a sus colaboradores líneas de apoyo extensivo a familiares, al igual que webinars de salud y clases virtuales de yoga, pero Mucharraz y Cano advierte que no es suficiente. Las organizaciones deben fortalecer sus programas de bienestar emocional y físico para los empleados y, sobre todo, trazar acciones específicas para evitar este agotamiento.

“Vemos que las grandes empresas están haciendo esfuerzos para cuidar a su talento, pero el 97% de las organizaciones en el país son pymes. Esto significa que la mayoría de las empresas no están tomando las medidas necesarias”, señala.

“El 30% de los hogares en México están encabezados por mujeres. El reto inmediato de las empresas es generar ambientes más flexibles e incluyentes para todos, pues los modelos híbridos también están complicando la vida de las mujeres que trabajan y al mismo tiempo tienen otros roles en casa”, agrega la especialista, que también dirige el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección de la institución educativa.

Alejandro Jiménez Genchi, presidente de la Academia Mexicana de Medicina de Dormir, afirma que entre la población trabajadora los trastornos más comunes son el insomnio y la apnea del sueño. Asimismo, cuando una persona empieza a experimentar burnout, la recuperación tarda de dos a nueve meses, según el grado de afectación.

Estos trastornos en el sueño y la falta de apetito son los primeros síntomas que anuncian este síndrome. La apatía y pérdida de interés en actividades que antes provocaban satisfacción también son indicadores de este desgaste físico y emocional.

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¿Qué pasa con los líderes agotados?

En el caso de quienes ejercen cargos de liderazgo, Jorge Llaguno, profesor de Factor Humano del Ipade, menciona que el burnout se percibe en su aumento por querer tener el control sobre los colaboradores.

Un líder cansado, dice, favorece la toma de decisiones viscerales, ya sea para procrastinar o atacar a su equipo de trabajo, de forma directa o indirecta. “En vez de analizar y tomar mejores decisiones, busca ‘hacer lo mismo’ con mayor presión. Esto no favorece salir de la crisis, sino que consume energía y recursos de la organización”, explica Llaguno.

De acuerdo con el especialista, el burnout actúa como un círculo vicioso, y puede comenzar desde el liderazgo:

1.- La incertidumbre o la percepción de falta de control sobre la realidad genera en el líder mayor ansiedad, que desencadena un desgaste emocional.

2.- Algunos líderes, ante este desgaste, comienzan a ejercer un mayor control sobre los colaboradores, y esto provoca que se incremente en ellos su propia percepción de fragilidad o falta de control. Lo que después genera un desgaste emocional en los trabajadores.

3.- El desgaste en los colaboradores se refleja en comportamientos conflictivos con la familia, con sus compañeros de trabajo, con clientes y proveedores, incrementando la atmósfera de conflicto en general.

4.- Lo anterior cierra el círculo vicioso del burnout, un entorno incierto, ansiedad y exceso de control de mandos, desgaste emocional y conflicto generalizado, que se traduce en mayor incertidumbre y desmotivación.

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