El agotamiento físico y mental, también conocido como burnout, ha aumentado desde que comenzó la pandemia. No es una enfermedad como el COVID-19, pero sí un trastorno psicosocial que se puede contagiar.
Yvette Mucharraz y Cano, profesora de dirección de personal en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (Ipade), asegura que este agotamiento puede transmitirse entre familiares y compañeros de trabajo, aún en esquema de home office.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también alerta en su página oficial, que refiere al estrés laboral, que estar cerca de una persona 'quemada' puede aumentar los niveles de cortisol en el observador. Esta es una hormona que se libera como respuesta al estrés, y su exceso en el cuerpo aumenta la presión arterial y complica conciliar el sueño profundo.