Con la pandemia por COVID-19, en todas las profesiones o actividades económicas hemos aprendido a ser creativos sin importar las circunstancias, así como a utilizar herramientas de comunicación y socialización para incrementar la productividad.
“Esa nueva medida de productividad puede tener una caducidad si no se considera con qué velocidad los cambios en hábitos, tecnología y modelos de servicio impactarán las labores que realizamos. Aprender e implementar para innovar desde lo aprendido es la medida que determinará nuestra vigencia en el mercado de talento. No basta saber, sino qué se hace con lo que se sabe, qué se construye y a cuántos impacta”, señala Víctor Moctezuma, fundador y CEO de iLab.