Lo que observa el experto es que cinco de cada diez CEO tienen un compromiso personal con la sostenibilidad, pero enfrentan retos para incorporar esta agenda en la estrategia comercial de su organización: poco impulso de la alta dirección, lentitud en el cambio organizacional, burocracia, falta de inversión, no contar con incentivos proporcionales y la escasez de habilidades y experiencias adecuadas.
De acuerdo con el estudio, a los directivos les preocupa el desperdicio de materiales y alimentos y el cambio climático, mientras que los empleados se enfocan en los problemas que afectan su vida diaria como la desigualdad económica, la corrupción y el abuso de poder.
Otro punto importante es que en los últimos dos años, el 43% de los líderes de las nuevas generaciones son los que han demostrado mayor interés por los problemas medio ambientales versus los líderes de mayor edad, que están más enfocados en el negocio per se.
Con esto coincide el Egade. A través de la investigación Rising Leaders on Social and Environmental Sustainability: A Global Survey of Business Students, la escuela de negocios reveló que los nuevos líderes empresariales esperan que la sostenibilidad vaya hilada de manera transversal en la estrategia corporativa.
Cerca de tres cuartas partes de los 2,035 participantes consideraron que las empresas deberían tener un rol protagónico al encarar estos asuntos, al mismo nivel que las autoridades gubernamentales. Los estudiantes de negocios creen que los líderes senior corporativos deberían estar resolviendo los problemas ambientales y sociales. Incluso, cinco de cada diez futuros líderes aceptarían un menor salario con tal de trabajar con un empleador comprometido con la sostenibilidad.
En este contexto, agrega Ruiz Maza, el reto principal es que haya congruencia. “Lo importante es asegurar que estén alineados independientemente de la generación, tienen que dialogar, comunicar y asegurar que estén tomando las iniciativas que le importa a toda la organización y no solo a la alta dirección”.
Expansión (E): Todavía los líderes que están al frente de la empresa son en su mayoría baby boomers, ¿cómo se están comportando sobre este tema?
Francisco Ruiz Maza (FRM): No hay una alineación en lo que está haciendo la alta dirección y el resto de la organización. La alta dirección sigue hablando del cambio climático, de la contaminación y de la pandemia, mientras que las nuevas generaciones hablan sobre desigualdades económicas, escasez de trabajo, equidad de género, etc. Pero los más jóvenes no solo lo están diciendo, sino que están asumiendo roles de la agenda sostenible que están por encima de sus funciones actuales.
E: ¿Cómo se están preparando los futuros líderes para asumir la encomienda de la sostenibilidad?
FRM: Los próximos líderes están viendo cómo crear productos más sustentables en empaque y en impacto social. También se fijan en que la cadena de suministro sea sustentable y en que los proveedores tengan a su vez prioridades en esta agenda. Igual forman alianzas con asociaciones no gubernamentales o sin fines de lucro que apoyan ciertas causas medioambientales y sociales, al tiempo que miden el impacto de sus acciones, por ejemplo, si con sus productos y servicios están realmente disminuyendo la huella de carbono.
E: México es un país de pymes, ¿cómo pueden sumarse a la agenda de sustentabilidad, tomando en cuenta su capacidad operativa y de infraestructura?
FRM: La agenda sustentable no solo es para los grandes corporativos. Si las pymes la ponen al frente del negocio como una prioridad, entonces se empieza a materializar. Las grandes compañías podrán abordar el tema de una forma más estructurada, pero no exime a las pymes de abrazar la agenda sostenible como una prioridad importante, así vendas un millón o 100,000 millones de pesos. Es mas un tema de identidad alrededor de lo que implica ser líder de una compañía con un propósito.
Todavía hay un gran porcentaje de la alta dirección que hace de la sostenibilidad un asunto de manejo de marca, es decir, que lo hacen porque se ve bien, o porque creen que es lo que tienen qué hacer para no perder competitividad, pero la sostenibilidad en realidad es un tema de valor agregado.
E: ¿De qué manera puede contribuir el nuevo paradigma laboral a la agenda sostenible?
FRM: Algo que nos enseñó la pandemia es la necesidad de ser flexibles y adaptarnos. Pero la conexión que hagan los consumidores con las marcas y los empleados con sus compañías es más importante que nunca. Hoy la gente voltea a ver qué están haciendo los líderes, a qué le están apostando las marcas y si no hay valores compartidos se van.
Esto obliga a las compañías a atender el tema de sostenibilidad y cuidado porque si no lo hacen, el mercado va a decidir por ellas y su precio de acción puede caer.
E: ¿Cuáles sería tres acciones de liderazgo para un futuro más sostenible?
FRM: Estrategia, compromiso y acción. Hacer de la sostenibilidad una estrategia de negocio y no una iniciativa aparte, sino central. Tiene que haber un plan claro y definido, avalado por el consejo de administración y por la alta dirección, para luego compartirla con toda la organización, incluyendo a los stakeholders. Y, finalmente, habilitar el cambio, transformar la manera de trabajar para lograr los objetivos propuestos, en materia de sustentabilidad.