Cuando vio el anuncio de Scape, una app de masajes y faciales a domicilio, se postuló para el empleo y, como ya le había sucedido antes, la llamaron para entrevista.
“Cuando llegué a la oficina, me hicieron más preguntas de las que le harían a cualquier terapeuta. Si me podía trasladar sola, qué tan capaz era y si no había problema con mi visión, pues si no traigo el bastón no se nota. Hice una demostración de masaje y me dijeron que ellos me llamaban”. Ella salió de allí pensando que, tal como había ocurrido en el pasado, esa llamada nunca llegaría.
Helle Jeppsson, CEO de Scape, cuenta que el día en que Torres hizo la entrevista ella no estaba en la oficina y que se enteró del caso porque se lo contaron "como una anécdota" del día. “En su cabeza no era posible que una persona con discapacidad visual pudiera manejar una aplicación, incluso se quedaron con la idea de que Militza se confundió y creyó que las oficinas eran un spa tradicional. ¿Y le preguntaron?, les dije. La respuesta fue no. Entonces, llámenla”, narra.
Así lo hicieron. Fue como volver a empezar el proceso de selección. Le hicieron varias preguntas sobre su discapacidad, pruebas psicométricas, de toxicología y luego le dieron una capacitación de tres meses. El 6 de abril de 2019, Torres dio su primer servicio, bajo la marca de Scape.
Al principio, Jeppsson llamaba a los clientes para explicarles que Torres iba a ir a dar el servicio y les pedía que por favor la ayudaran, hasta que un día la propia trabajadora le pidió que ya no lo hiciera porque ella es capaz de hacer su trabajo por sí sola.
“Tener cualquier tipo de discapacidad no es (una) limitante, siempre y cuando tengas los conocimientos y la práctica. Como terapeuta corporal no necesitas la vista, sino desempeñarte más en el tacto. Tenemos ventaja sobre los demás terapeutas porque hay más sensibilidad y manejo de los otros sentidos”, expresa Torres.
Como ella, hay 285 millones de personas con discapacidad visual en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en términos generales, unos 1,000 millones de habitantes, es decir, el 15% de la población mundial, experimenta algún tipo de discapacidad. Pero, de acuerdo con Naciones Unidas, el 80% están desempleadas.