Para el directivo aquí llegó su segunda lección de vida profesional. En un ambiente corporativo la mejor manera de crecer es haciendo crecer a los demás y no relegándolos.
Hasta el 2000, el 70% del ingreso de GE provenía de Estados Unidos y 30% del resto del mundo. Una década después se invirtió la ecuación. Martín fungía como director de cuenta para el norte de Latinoamérica, y atendía a la CFE en México y a la CFNL en Costa Rica.
Después lo nombraron director de Ventas y Operaciones para el norte de Latinoamérica para atender las redes públicas de transmisión del sector público y privado. Hacían el diseño, la ingeniera y la construcción de subestaciones eléctricas. El directivo refiere que a lo largo de cuatro años tuvieron crecimientos a doble dígito. “Un negocio que para GE México era apenas de 20 o 30 millones de dólares al año lo convertimos a 105 millones de dólares anuales”.
En opinión de Martín, la empresa comenzó a tomar decisiones desafortunadas. La más notoria fue la compra del competidor francés Alstom porque ello representó un choque de culturas al interior de la organización. Otra, que el mercado de la generación eléctrica a base de gas venía bajando y tenía una sobre capacidad instalada. “Ahí comenzó su caída”.
El reto de fabricar focos 'inteligentes' con chips escasos
La búsqueda por la reinvención fue lo que cautivó de Signify a Pedro Martín. Su llegada a la compañía estuvo marcada por el reto de entrar al mundo de la iluminación inteligente y después vivió la disrupción en las cadenas de suministro por la pandemia.
Por primera vez, la holandesa estaba compitiendo con empresas como Tesla y Samsung por la compra de chips. “Fue durísimo porque Signify pasó de ser una compañía de iluminación a una de tecnología. Hoy la iluminación es un efecto secundario de la tecnología. Tuvimos que buscar nuevos proveedores”, revela.
A ello se sumó el desafío de rediseñar el producto en muy poco tiempo para usar los chips que consiguieron y lanzar el foco inteligente al mercado. Las fuentes de los chips de la empresa son China, Corea y Japón, mientras que sus principales fábricas están en China, Estados Unidos y México.
“Pero así tengas al mejor producto del mundo, de nada sirve si la gente no está bien”, apunta. Durante la pandemia, se dedicaron a estudiar la Ciencia de la Felicidad, a Tal Ben Shahar y Martin Seligman, especialistas en psicología positiva. Prefirieron dar seminarios sobre wellbeing y cero entrenamiento sobre técnicas de venta. Esto les permitió adentrarse en la felicidad como filosofía organizacional.
Hoy, Martín está convencido de que el éxito profesional no llega para ser feliz. “Una vez que seas feliz vas a poder ser exitoso, y antes de sembrarles a los equipos comerciales la presión de salir a vender, mejor habla con ellos para saber cómo se sienten. Si logras que la gente esté bien, automáticamente llega lo otro porque la gente contenta está dispuesta a dar el extra cuando es necesario”, comenta.
En 2020, la empresa creció 9% cuando la economía decreció 8%, y el sector de la construcción, que es uno de los más importantes para Signify, cayó 30%. Esto no menguó la capacidad del talento de la compañía para hallar nuevas oportunidades, ya que su plataforma de comercio electrónico creció 20%.
Como propósito, cada año el 25% de los productos del portafolio son nuevos y actualmente, Signify México atienda al consumidor final mediante la oferta de iluminación tradicional e inteligente en casa, alumbrado público, de construcción a través de distribuidores de material eléctrico para corporativos, proyectos como el alumbrado del Estadio Azteca y la torre BBVA en Reforma y de Luminarios, a quienes les venden componentes de Philips.
En 2021, la empresa creció 8% año contra año y la expectativa para 2022 es alcanzar un porcentaje similar, considerando que el consumo en México está deprimido por la inflación arriba del 8%. “Eso podría impactar los resultados, pero son ciclos económicos en todos los sectores. Lo importante es tener la apertura mental para ver oportunidades de negocio”.
Para el directivo, el reto para 2023 seguirá siendo el cuidado y desarrollo de resiliencia de la gente. Sus preocupaciones y entornos pueden favorecer o reducir su rendimiento y ganas de estar en una compañía.