La consultora organizacional Nora Taboada señala que tener una visión centrada únicamente en la compañía en lugar de mirar al empleado es otra de las malas prácticas en las que se suele incurrir. “Un enfoque equilibrado, donde se consideren los intereses tanto de la empresa como de los colaboradores, es esencial para una relación laboral positiva”, dice.
También cuando los profesionales del área ejercen demasiada disciplina y documentación porque quieren uniformidad y homogenizar ciertos procesos y políticas, olvidándose del crecimiento del negocio, a través de métodos ágiles, orgánicos y flexibles.
Asimismo, cuando dejan de dar respuestas directas y soluciones concretas para estar manejando el proceso organizacional, por lo que RR. HH. se vuelve poco efectiva en lo que espera el resto de las áreas de la compañía.
“Otra sería convertirse en el departamento de recursos humanos dinosaurio, que no evoluciona, ya que esta área en las últimas décadas ha tenido una evolución muy fuerte. No evolucionar se convierte en una mala práctica al no entender que recursos humanos tiene una función mucho más estratégica para ofrecer una experiencia al colaborador”, comenta Taboada.
Roberto Ventura, socio director de Neos RH Consultores, igual destaca una serie de malas prácticas que pueden acabar con la confianza de los empleados y llevarlos a considerar la opción de abandonar la empresa. "No informar adecuadamente a los empleados sobre políticas, cambios organizacionales, expectativas laborales y oportunidades de desarrollo puede generar desconfianza y frustración", apunta.
Los especialistas consultados hacen hincapié en evitar la toma de decisiones basadas en prejuicios y el trato preferencial hacia ciertos empleados, pues esto no sólo afecta la moral del equipo, sino que también puede tener ramificaciones legales.
Ventura resalta que no ofrecer oportunidades de capacitación y crecimiento puede resultar en una fuerza laboral estancada y poco comprometida, así como controlar en exceso a los empleados puede disminuir su creatividad, autonomía y sentido de responsabilidad y pertenencia hacia la organización.
“En la actualidad, vemos que no brindar apoyo y recursos para abordar el estrés y la salud mental puede llevar a un aumento en el agotamiento y la disminución del bienestar, lo cual ocasiona altos índices de burnout y, por supuesto, que la gente quiera salir corriendo de la compañía”, advierte.
Los expertos coinciden en que las malas prácticas en recursos humanos pueden erosionar el compromiso de los empleados y hacer que busquen empleo en otros lugares. Las organizaciones deben reconocer la importancia de una gestión de recursos humanos sólida y centrada en el bienestar de los empleados para mantener un equipo comprometido y productivo.