Sin embargo, Eugenio Derbez no es el único que trabajó sin remuneración en sus primeros años de carrera. La idea de trabajar gratis o por la oportunidad de adquirir experiencia solía ser muy común entre los recién egresados y muchos profesionales que representan a la generación millennial empezaron así.
Tras egresar como ingeniero industrial, Mateo Cavasotto, actual CEO de Emi Labs, una plataforma de reclutamiento operativo con inteligencia artificial, trabajó gratis por seis meses para una ONG argentina que se dedicaba a dar microcréditos a mujeres en situación vulnerable.
"No había fondos para pagarme, pero para mí tenía sentido en ese momento porque quería explorar diferentes problemáticas sociales y me terminé obsesionando con ayudar a las personas a crecer profesionalmente", explicó.
El joven creyó que lo aprendido y la oportunidad de desarrollar una herramienta para crear currículums le aportó valor a su carrera profesional, hasta que necesitó un ingreso y decidió fundar Emi Labs. Su primer pago fue de 200 dólares, con los que se compró una afeitadora. Hoy Cavasotto está convencido de que lo correcto y adecuado sí es percibir un salario por el trabajo realizado.
En los últimos años, la percepción de que los jóvenes ingresan a un mundo laboral desproporcionado a su esfuerzo ha contribuido a la reconsideración de trabajar gratis. Aunque la idea de que el aprendizaje y la experiencia deben ir de la mano con una compensación justa también sigue ganando fuerza.
Héctor Núñez, director del Centro de Vinculación y Desarrollo Profesional del Tecnológico de Monterrey, destaca que la práctica relacionada con la profesión es valiosa, ya sea remunerada o no, pero el énfasis está en la conexión con la práctica en el área profesional.
Si bien, trabajar sin salario puede aportar experiencia y aprendizaje valioso, las perspectivas han cambiado con el tiempo.
"Yo no estoy tan de acuerdo con que no se pague absolutamente nada por algunos trabajos. Creo que tiene que haber al menos un apoyo de transporte o algo, sobre todo si es una industria muy rentable", enfatiza la coach Bety Galván. "La importancia de trabajar de forma remunerada tiene que ver con factores de sustento material que se necesita para la calidad de vida que cada persona está acostumbrada a tener".