Hoy admite que ese primer sueldo apenas era suficiente para sobrevivir, de modo que sus padres tuvieron que ayudarla a pagar la renta, mientras estudiaba en el Magisterio de Educación Física para convertirse en entrenadora de fútbol profesional. No obstante, reconoce que fue afortunada.
“Cuando entrenaba en Primera División Femenina en España, las jugadoras no tenían un sueldo y estoy hablando de 2015. Es verdad que muchas veces los sueldos son muy bajos y las jugadoras tienen que trabajar y estudiar para mantenerse, pero también es cierto que esa disparidad de sueldos entre el fútbol varonil y femenil se va a ir igualando con el paso de los años”, dijo en entrevista durante el primer foro Amazonas Unidas.
A medida que avanzaba en su carrera, Mila enfrentó desafíos aún mayores, desde la resistencia a su presencia en el fútbol masculino hasta la lucha por la igualdad en el fútbol femenino, pero no todo fue duro. Uno de sus máximos logros fue en su natal España: entrenó al Fundación Albacete, donde llevó al equipo a la primera división femenina y lo dirigió durante tres temporadas.
Sin embargo, el capítulo más memorable de su carrera comenzó cuando cruzó las fronteras de su país y se aventuró en tierras japonesas. Aquí, asumió la titánica tarea de liderar un equipo de hombres. "No puedes fallar, no puedes hacerlo mal porque de esto va a depender que vuelvas a tener una oportunidad así", se repetía.
Japón no fue un terreno fácil. Mila recordó su llegada, con risitas y miradas de escepticismo de los jugadores, lo que la hizo preguntarse si había tomado la decisión correcta. A pesar de todo, la entrenadora aprendió a confiar en su trabajo y a ganarse el respeto de su equipo.
Adicional, estuvo sola tres años en medio de la pandemia, sin un cuerpo técnico y sin su familia. Luego su integridad fue puesta a prueba cuando se le pidió que permitiera una derrota premeditada en uno de los partidos. Mila se negó a ceder y esta firmeza la llevó a cuestionar si la oferta inicial se basó en la suposición de que, por ser mujer, accedería a tales solicitudes.
Por común acuerdo, Mila salió del club y ahora considera que esta experiencia fue de las mejores de su vida y le abrió muchas puertas. Se convirtió en directora técnica de FC Juárez Femenil, donde logró un hito al llevar al equipo a la Liguilla en el Clausura 2023. Después, su éxito en Juárez allanó el camino para su nombramiento como directora técnica de Tigres Femenil, un equipo de renombre en la Liga MX Femenil.
“México tiene algo único, la afición tan fiel. He visto partidos muy importantes hasta de la Champions y no se da el mismo ambiente que se vive en un Tigres-Puebla, sin menospreciar a ningún equipo. Aquí se vive algo espectacular y emocionante”, expresa.
Hoy, Mila está convencida de que las mujeres pueden desempeñar un papel relevante en el mundo del fútbol. "Es cierto que las mujeres entramos a la cancha con el letrero 'Demuestra' en la frente", afirma. “Pero también es cierto que la inseguridad que acompaña a la presión de demostrar se desvanece lentamente a medida que ganamos la confianza y el respeto de quienes nos rodean”.
La preparación se convierte en una herramienta esencial en esta lucha constante. Mila enfatiza estar preparadas para aprovechar cualquier oportunidad que surja. “Cada pequeña oportunidad puede convertirse en una de las mejores experiencias, y es crucial estar listas para saber aprovechar ese momento”.
La equidad en el fútbol
El fútbol femenino ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, pero con este progreso también han surgido desafíos fundamentales, especialmente en lo que respecta a la equidad salarial en comparación con su contraparte masculina.
Lucía Mijares, directora de desarrollo deportivo de la Federación Mexicana de Fútbol y asesora FIFA, señala que el fútbol femenino es un negocio en evolución. “Cuando hablamos del fútbol femenino a nivel negocio, tenemos que hablarlo desde la óptica del femenino. No podemos comparar y juzgar 100 años de historia que tiene el fútbol masculino. Nosotros arrancamos de forma oficial en 2015”, dice.
A su parecer, el fútbol en general es un rompecabezas que lo conforman diferentes piezas y no sólo el salario. Entonces, para que el fútbol femenil crezca aún más se tiene que trabajar desde varias trincheras a nivel de cancha, fuera de ella, en terrenos comerciales, administrativos, etcétera.
Mijares subraya la importancia de la educación y el mentoreo en el avance del fútbol femenino. La capacitación y la preparación continua son esenciales, y el valor de atreverse a pedir lo que uno merece no debe subestimarse. La mujer en el fútbol no sólo busca igualdad en términos salariales, sino también en oportunidades y respeto.
Para abordar la disparidad en los recursos y las instalaciones, la Federación Mexicana de Fútbol desarrolló academias FIFA femenil. Este programa se enfoca en fortalecer las fuerzas básicas y desarrollar el talento femenino desde una edad temprana. La base de la pirámide es la categoría Sub-15, y se busca encontrar y nutrir a las mejores jugadoras de todo el país.
A nivel de infraestructura y capacitación, la Federación también está adaptando sus programas para satisfacer las necesidades específicas del fútbol femenino. El Sistema Nacional de Capacitación se ajusta para incluir consideraciones fisiológicas y de negocio relevantes para el fútbol femenino.
Mijares también destaca que el fútbol femenino no debe copiar modelos de negocio similares a los que el fútbol masculino ha desarrollado en más de 100 años. La evolución de este deporte en el siglo 21 requiere un enfoque adaptado a las necesidades y desafíos específicos del fútbol femenino en la actualidad.
Un ejemplo ilustrativo se puede encontrar en Panamá, donde las mujeres se enfrentan a condiciones desfavorables, como horarios incómodos y canchas sintéticas bajo el abrasador sol de 35 grados y 90% de humedad. Esta disparidad en las condiciones de juego es una preocupación que se repite en muchos lugares.
La solución propuesta por Mijares y otros defensores del fútbol femenino es "cambiar el switch". En lugar de competir por los mismos espacios que tradicionalmente han sido utilizados por el fútbol masculino, se propone generar nuevos espacios en escuelas privadas y públicas que no estén siendo utilizados. Esta estrategia permite que las mujeres tengan mejores condiciones para jugar y también fomenta la coexistencia en lugar de la competencia.
El tema del acceso es otro punto de lucha en la búsqueda de igualdad en el fútbol femenino. Mijares refiere que del 100% de los entrenadores que están hoy al frente de un club o un equipo a nivel mundial sólo el 9% son mujeres.
“Estamos ganando terreno, pero aún nos falta mucho. Uno de los movimientos más significativos de la Federación Mexicana de Fútbol fue otorgar un voto a la Liga MX femenil en el Comité Ejecutivo. Esto es una rareza a nivel mundial, donde sólo el 12% de las federaciones cumple con esta práctica”, comenta.
A pesar de que el fútbol femenil empezó su andadura de manera oficial relativamente tarde en comparación con el fútbol masculino, las mujeres han demostrado su capacidad y talento en el campo de juego. Sin embargo, aún queda un largo trecho por recorrer para alcanzar la plena igualdad y equidad en este rubro.