López comenzó su carrera profesional como becario en Shell, mientras estudiaba ingeniería química en el Instituto Politécnico Nacional. Aunque la combinación de largas jornadas de trabajo y estudios nocturnos durante tres años resultó en momentos difíciles para él, su pasión por la química y la industria se mantuvo firme.
Después de trabajar en Shell, ingresó a National Starch, una compañía global de adhesivos industriales, que Henkel compró en 2009. Fue en esta etapa cuando López empezó a ascender en su carrera, desempeñándose en roles técnicos y de gestión en investigación y desarrollo, control de calidad y dirección de negocios en México y Estados Unidos.
El verdadero punto de inflexión en su carrera ocurrió cuando se dio cuenta de que debía cambiar su forma de liderar y tratar a la gente. La realidad es que nadie le enseñó a ser jefe. Apenas había cruzado la línea de los 30 años cuando ya estaba al frente de un equipo, reclutando a dos de sus colegas de la escuela.
En su juventud, confundió la relación con sus subordinados, buscando amistad en lugar de establecer límites claros y una comunicación transparente. Reconoce haber cometido errores, como regañar y avergonzar públicamente a las personas, e incluso propiciar ojos llorosos sin razón aparente.
“Lo hice porque otros lo hacían y pensé en un momento dado que eso era lo correcto. Tardé tiempo para entender que yo no debía hacer ese tipo de cosas, que una llamada de atención se hace por individual y un reconocimiento es en público”, admite.
Sus ganas por querer ser un mejor jefe lo llevaron a desarrollar habilidades de empatía y respeto a través de programas de liderazgo, mientras que su instinto de resiliencia lo condujo a investigar palabras como "trauma", "complejo" y "frustración", despertando así su interés por la salud mental y la psicología.
Luego cursó un MBA en el Tecnológico de Monterrey y un Programa de Alta Dirección AD-2 en el Ipade. “Ahí es donde me volví más humilde”, dice. “Descubres que un líder no tiene la verdad absoluta cuando hay otras 70 personas pensando en una solución de negocio que puede ser muy distinta a la tuya”.
"Hoy el tipo de liderazgo ha cambiado", reflexiona. Los líderes actuales deben actuar como facilitadores y estar abiertos a escuchar la voz de los empleados. A lo largo de los años, López se ha convertido en mentor de jóvenes, lo que le ha permitido comprender las diferencias generacionales y adaptarse a los cambios de paradigma.
El presidente de Henkel México destaca la importancia del estudio, la preparación y la psicología en el liderazgo. Además, menciona la necesidad de eliminar emociones negativas, como la envidia y la crítica, para poder convertirse en un verdadero líder. Su transformación personal y profesional lo ha llevado a adoptar un enfoque autodidacta y a eliminar las barreras jerárquicas en su entorno laboral.
“No hay manera de qué tú seas exitoso, ni personal ni profesionalmente, si no haces networking ni autoconocimiento. Uno de los libros que me ayudó a evolucionar como líder fue Lo mejor de ti, el arte de conocerse y cuidarse a uno mismo para ser feliz. Es fundamental para poder entender tu pensamiento y forma de vida”, revela.
Su proceso de autorreflexión, aprendizaje continuo y adaptación a las nuevas generaciones ha sido fundamental en su evolución como líder. Hoy en día, su enfoque se centra en la empatía, la claridad en la comunicación y la eliminación de barreras para fomentar un entorno de trabajo colaborativo y exitoso.
¿Cómo convertirse en un líder con propósito?
Taboada, quien es fundadora de la consultora AFE Liderazgo Consciente, asegura que el primer paso para la evolución del líder tirano hacia uno con propósito es tomar conciencia de los cambios en los paradigmas organizacionales, sociales y de consumo.
Esto también aplica para los jóvenes que aspiran a ser buenos líderes en sus empresas. A partir de ahí, la experta comparte cinco tips para comenzar con el proceso de transformación.
Fomenta el autoconocimiento. Reflexionar sobre las fortalezas y áreas de oportunidad personales es fundamental para construir un liderazgo auténtico y efectivo.
Desarrolla continuamente las fortalezas. Los líderes evolucionados se centran en el crecimiento personal y en el desarrollo de sus habilidades. La humildad y la disposición para aprender son rasgos distintivos de un líder con propósito.
Usa el poder para un propósito más amplio. Los líderes deben cuestionarse cómo quieren que el mundo vea a su organización o a su país. Utilizar el poder y la influencia para generar un impacto positivo en la sociedad es una característica de un liderazgo consciente.
Cultiva la autenticidad. La autenticidad implica una perfecta integración de quién eres como líder. Trabajar en alinear todos los elementos que conforman tu carácter te ayudará a tomar decisiones coherentes y construir un liderazgo sólido.
Fomenta la inclusión y la diversidad de pensamiento. Los líderes deben buscar capitalizar la diversidad y crear un entorno seguro donde las personas se sientan libres de expresar sus ideas. La inclusión y la seguridad psicológica fomentan la colaboración, la innovación y el logro de grandes metas.