El académico destaca que la tradicional división entre estudios de grado y no universitarios está desvaneciéndose, brindando la oportunidad de adquirir credenciales parciales aplicables en la vida profesional. "Esto permite a las personas estudiar con un enfoque más práctico y adaptado a las necesidades empresariales", agrega.
La formación académica proporciona una base sólida de conocimientos y habilidades que son esenciales para enfrentar los desafíos de los nuevos negocios. A través de programas ejecutivos -y no necesariamente una maestría- los emprendedores pueden adquirir una valiosa perspectiva teórica y herramientas prácticas que los ayudará a tomar decisiones estratégicas.
Aunque todo depende del tipo de emprendimiento, señala Fernando Moya, director del departamento de emprendimiento e innovación tecnológica de EGADE Business School. Muchos emprenden para sobrevivir, tan sólo en la Ciudad de México es usual ver a jóvenes que tienen puestos en mercados o que laboran de manera informal.
Otros tantos emprenden sabiendo un oficio, pero en ambos casos difícilmente podrán escalar su negocio. “Para hacerlo sí se requiere un proceso formativo, metodologías, innovación, finanzas, contabilidad, tecnología. En el aula podemos desarrollar competencias para emprender, pero también para ser innovador; ahí está la diferencia entre los emprendedores de la base de la pirámide y los que estudian una licenciatura o un posgrado para luego iniciar un negocio”, opina.
Desde su trinchera, Moya ha observado que un alto porcentaje de los emprendedores exitosos vienen con un proceso de formación y la mayoría ha pasado por estudios en universidades y escuelas de negocios que les ayudan a orientarlos y a sentar la bases necesarias, así como a desarrollar habilidades cruciales como la resiliencia y la capacidad para navegar en entornos inciertos.
Sin embargo, el experto hizo hincapié en que algunos emprendedores talentosos pueden tener éxito sin una formación formal, por ello considera que en aquellos negocios con un componente tecnológico no se descarte el estudio, mientras que los que recaen en un oficio sin la intención de escalamiento abracen un conocimiento más práctico.
De hecho, la práctica y la experiencia también son componentes fundamentales en el camino hacia el éxito empresarial. Ramón Martínez, docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), resalta que muchos emprendedores exitosos han surgido de entornos informales y han adquirido conocimientos a través de la experiencia práctica y el trabajo autónomo.
Es un camino viable tomando en cuenta que en México no todos tienen acceso a educación privada o a escuelas que incluyan en sus planes educativos una visión de emprendimiento. El reto constante de las escuelas públicas es ir a la par de las demandas empresariales y, además, los conocimientos adquiridos en una carrera universitaria se vuelven obsoletos a los cinco años de haber egresado, según datos de Manpower Group.
En este escenario, Martínez sostiene que el emprendimiento requiere experimentación y prueba de productos antes de lanzarlos al mercado. "Emprender no es sólo armar un modelo y un plan de negocios, sino también probar los productos y tener paciencia, esfuerzo y disciplina para que tu propuesta centrada en el cliente crezca", menciona.
Es importante reconocer que no hay una fórmula única para el éxito empresarial. Cada emprendedor tiene su propio camino y estilo. Algunos lograrán crecer a través de la educación formal, mientras que otros lo harán mediante la experiencia práctica y el aprendizaje autodidacta.
Para los expertos consultados, tanto el estudio como la práctica desempeñan un papel complementario en el desarrollo de habilidades empresariales. La educación formal aporta una base sólida de conocimientos, habilidades y herramientas que pueden guiar a los emprendedores en su viaje empresarial. Al mismo tiempo, la práctica y la experiencia permiten a los emprendedores enfrentar desafíos reales, aprender de los errores y adaptarse a las demandas cambiantes del mercado.
Entonces, la respuesta a la pregunta de si es necesario estudiar para emprender no puede ser simplificada. La educación formal proporciona una base de conocimientos y habilidades valiosas, pero también es crucial combinarla con la experiencia práctica y la experimentación.
El camino hacia el éxito empresarial requiere una mentalidad de aprendizaje constante, adaptabilidad y la capacidad de combinar la teoría con la práctica. Como dice el refrán, "la práctica hace al maestro", pero el estudio también desempeña un papel fundamental en la formación de los empresarios del mañana.
