“El reconocimiento social y prestigio de la figura del docente se presentan como elementos clave para dignificar la profesión. Factores como las condiciones de trabajo, los valores sociales y la retribución influyen directamente en la percepción del prestigio docente”, dice.
De acuerdo con datos del IMCO, el año pasado 502,478 personas estudiaron la licenciatura en Ciencias de la Educación, de las cuales 69% son mujeres y 31% son hombres. El 88% del total supera los 30 años de edad y 87.8% tiene más probabilidad de emplearse en la docencia. De hecho, esta carrera profesional tiene a nivel nacional una tasa de desempleo de 4.6%, pero la tasa de informalidad alcanza el 55.8%.
En cuanto al salario, el IMCO indica que el promedio nacional es de 10,920 pesos al mes. Aunque en algunos casos, los profesores pueden percibir arriba de los 18,000 pesos mensuales, todo depende del puesto y de la instancia educativa donde se labora. Y si el profesor cuenta con un posgrado, su salario puede acercarse a los 30,000 pesos al mes.
“La docencia es una de las profesiones que necesita tener un sentido de vocación muy fuerte. Un maestro que no tiene el gusto por la enseñanza la va a pasar mal y también los estudiantes”, apunta Espinosa.
¿Qué estresa a los docentes?
El bienestar de los profesores se ve afectado. Según el informe de la Fundación SM, la mitad de los docentes en el país ha experimentado agotamiento físico y mental, especialmente mujeres, docentes de la enseñanza pública y con más antigüedad laboral.
Las fuentes de estrés incluyen el excesivo trabajo administrativo, la carga de corrección y la falta de un salario acorde con la educación y dedicación. A pesar de ello, solo dos de cada cinco docentes se sienten valorados socialmente, y uno de cada tres por la administración educativa.
Además, el 65 % no dejaría la enseñanza, aunque pudiera. Inclusive, el estado anímico de nueve de cada diez de los docentes es positivo, a pesar de los retos que muchos tienen que enfrentar para efectuar su trabajo.
La libre cátedra
En un entorno educativo caracterizado por sistemas complejos y reformas inestables y cambiantes, los docentes enfrentan la necesidad constante de adaptarse a los nuevos paradigmas.
La formación es reconocida como el primer pilar para el desarrollo profesional. Sin embargo, al examinar los obstáculos que más impactan en su progreso, surge la falta de tiempo como una barrera significativa.
Tradicionalmente considerado como una herramienta fundamental, incluso una especie de "Biblia" para muchos maestros, el libro de texto ha sido central en la planificación y ejecución de clases. No obstante, el 97% de los docentes afirma sentirse libre para utilizar sus propios materiales en el aula, una cifra alentadora que sugiere una autonomía considerable en el proceso de enseñanza.
Así es como Cristina Niño, conocida como Miss Criss entre sus estudiantes, se embarcó en una misión educativa revolucionaria. Decidida a transformar la educación, ideó un modelo educativo que se basa en dos pilares fundamentales: comprender cómo funciona el cerebro de los docentes y entender el funcionamiento cerebral de los alumnos.
Para llevar a cabo esta visión, creó Hediec Digital, una plataforma que capacita a los maestros en estos conceptos y que integra herramientas avanzadas como la inteligencia artificial y las neurociencias en el proceso de enseñanza.
Uno de los programas destacados de Hediec Digital es el diplomado Neuromath, donde se fusiona el razonamiento matemático con las herramientas de neuroeducación. Según datos proporcionados por la plataforma, más del 60% de los docentes que participaron en el programa experimentaron mejoras significativas en el rendimiento de los estudiantes, superando desafíos como la apatía y la falta de interés.
Al reconocer la necesidad de adaptarse a las demandas cambiantes de la educación, Miss Criss implementó estrategias específicas, como el "tendedero del error" y la gamificación, para aumentar la motivación y la participación de los alumnos. Los resultados hablan por sí mismos: 96% de profesores informaron un aumento en la motivación y la participación de los estudiantes.
Además, consciente de la importancia de la inteligencia artificial en la educación, introdujo un taller específico donde los docentes aprenden a utilizar herramientas como Chat GPT para mejorar sus asignaturas. Esto no pretende reemplazar a los maestros, sino proporcionarles herramientas que mejoren la calidad del proceso de aprendizaje.
Para Espinosa, el impacto en la figura del maestro a lo largo del tiempo ha sido significativo. Desde nuestros abuelos, quienes experimentaron un autoritarismo fuerte y violento por parte de los docentes, hasta nosotros, donde la autoridad del maestro ha evolucionado hacia un rol más de acompañante. Esta transformación ha influido no solo en el perfil y papel del maestro en las escuelas, sino también en la percepción que la sociedad tiene de ellos.
La figura del maestro ya no se limita únicamente a la autoridad, sino que se visualiza como un guía y compañero en el proceso educativo. Esta evolución, sin duda, ha influido en las motivaciones de los profesores. Aspectos como la autoridad, las características del profesorado, las condiciones laborales y los valores de la sociedad desempeñan un papel crucial en la manera en que se percibe la profesión docente.
“Un gran reto que los maestros tienen en este momento es que en un aula hay una diversidad de formas de aprender enorme, en poder adaptar a cada ritmo, reconocer la diversidad en el aula y adaptar las metodologías. Pero no todo está en ellos, también hace falta que la calidad educativa se eleve y con ello las condiciones para que los docentes se sigan desarrollando", concluye la directora.