Expertos consultados coinciden en que el primer paso para abordar el pago de impuestos es determinar la residencia fiscal, ya que de ello dependerá la manera en que los ingresos sean gravados.
Extranjeros que viven en México, pero trabajan para una empresa extranjera
Los extranjeros residentes fiscales en México están sujetos al Impuesto sobre la Renta (ISR) y el impuesto se paga aplicando una tasa de 25% sobre el ingreso obtenido, sin deducciones.
Pero si también tienen residencia fiscal en el extranjero, trabajan para una empresa foránea y generan ingresos fuera de México, es posible que estén exentos de ciertos impuestos mexicanos, ya que México tiene tratados fiscales con varios países, a fin de evitar la doble tributación.
Por ello es importante revisar el tratado fiscal entre México y el país extranjero para determinar las reglas aplicables a cada caso.
"Hay una facilidad de que si tú pagas impuestos en el extranjero, aquí los puedes acreditar. Esto solo pasa si hay un acuerdo entre países, de lo contrario tienes que pagar impuestos en ambos lados", dice el contador Aarón Ventura, quien es socio director de Neos RH Consultores.
Extranjeros que viven en México y ofrecen servicios profesionales en el país
El contador refiere que un residente en México es cualquier persona física nacional o extranjera que viva en el país y que más del 50% de sus ingresos anuales provengan de México.
"Los extranjeros que sean residentes en México y que perciben ingresos en nuestro país se consideran contribuyentes y tributan de la misma forma que los nacionales. Entonces deben cumplir con las obligaciones que correspondan al régimen por el cual perciben dichos ingresos", señala.
Natalia Jiménez, directora regional de Latinoamérica de Deel, también explica que si una persona en México realiza trabajos independientes, como diseño de contenido digital para una empresa foránea, puede clasificarse como prestador de servicios.
En este caso, la persona debe registrarse como independiente en el país donde reside y especificar que los ingresos provienen de servicios prestados en el exterior y no está exenta de emitir sus recibos o facturas al público en general extranjero.
Acorde con los expertos consultados, es esencial familiarizarse con los tratados fiscales bilaterales entre tu país de residencia y el país en el que opera la empresa. Estos tratados pueden tener un impacto significativo en la cantidad de impuestos que debes pagar y en qué jurisdicción.
Revisa cuidadosamente las obligaciones fiscales locales, asegurate de entender los requisitos para presentar declaraciones de impuestos en tu país de residencia. Recopila toda la documentación fiscal necesaria, como recibos de salarios y formularios fiscales, para respaldar tus ingresos y deducciones.
Aprovecha las deducciones y créditos fiscales disponibles en tu país de residencia y mantente informado sobre posibles cambios en las leyes fiscales. Finalmente, prepara y presenta tus declaraciones de impuestos a tiempo para evitar sanciones o multas.
¿Y si soy mexicano pero trabajo para una empresa en el extranjero?
Para un empleado mexicano que presta servicios al extranjero, el proceso fiscal es similar al de ser contratado por una empresa mexicana. La única diferencia radica en que está brindando servicios a una empresa extranjera.
El contador detalla que aunque estos ingresos están exentos de impuestos extranjeros, la persona aún debe cumplir con sus obligaciones fiscales en su país de residencia. En este modelo de contratación, la empresa generalmente se encarga de la parte fiscal, mientras que el empleado realiza sus declaraciones mensuales y anuales ante el SAT.
“Si el trabajador es mexicano con residencia en México, ya sea parcial o definitiva, la declaración mensual y anual se realiza de manera normal ante el SAT”, dice Ventura.
Una ventaja para los trabajadores independientes es la posibilidad de decidir en qué moneda se realiza el pago, el contrato y la retirada de fondos. El Reporte Global sobre la Contratación de Talento Internacional 2023, de Deel, una empresa dedicada a contratar, pagar y gestionar contratos en todos los países, arroja que los contratos en euros y dólares están siendo ofrecidos a nivel global mediante contratos FX (contratos de divisas), lo que refleja una mayor movilidad y flexibilidad en las transacciones económicas internacionales.
“El mundo es cada vez menos fronterizo y cada vez hay menos barreras entre los países y eso nos pone en una situación de pensar global como compañías, como personas y como trabajadores”, puntualiza Jiménez.