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El papel de las universidades ante el boom del nearshoring

Para asegurar que los graduados estén listos para aprovechar las oportunidades de nearshoring, se requiere atención al desarrollo de habilidades tecnológicas, pensamiento crítico y socioemocionales.
mié 31 enero 2024 05:00 AM
El papel de las universidades ante el boom del nearshoring
Michael Fung cree que las universidades pueden apoyar la tendencia y el auge del nearshoring, pero primero deben evolucionar y adaptarse a la realidad del mercado.

“La educación debe evolucionar”, apunta Michael Fung. El director ejecutivo del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey está convencido que ante el auge del nearshoring y las transformaciones económicas que se avecinan, es imperativo abordar los desafíos educativos para preparar a la fuerza laboral de manera efectiva.

Con un 77% de los empleadores enfrentando dificultades para contratar, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se evidencia la urgencia de formar a los estudiantes con habilidades específicas que vayan más allá del dominio de un segundo idioma para atender las demandas por el nearshoring, pues su tendencia acelerada proyecta la creación de 3.8 millones de empleos en la próxima década.

Pero las habilidades requeridas para abordar este cambio económico son diversas y complejas, dice el académico. Desde competencias básicas como comunicación oral y escrita, pensamiento científico y matemático, socioemocionales como la escucha activa y la flexibilidad, hasta habilidades digitales que incluyen el manejo de software especializado.

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"La educación superior tiene que adaptarse a las necesidades cambiantes, buscando soluciones innovadoras que equipen a los profesionales con las habilidades necesarias para empatar con los impulsores de la economía", advirtió Fung durante el IFEConference, organizado por el Tecnológico de Monterrey.

Expansión (E): ¿Cómo cree que las universidades pueden adaptarse y responder de manera efectiva al boom del nearshoring, considerando los cambios en las demandas de habilidades y conocimientos por parte de las empresas que participan en este fenómeno?
Michael Fung (MF): Creo que las universidades pueden apoyar la tendencia y el auge del nearshoring de dos maneras importantes. La primera es llevar a cabo investigaciones sobre la tendencia y, en particular, comprender realmente qué tipo de cambios son necesarios en el mercado laboral, debido a estas tendencias. Por ejemplo, con las inversiones en el sector de la automoción que están llegando, para entender qué tipo de puestos de trabajo se crearán para apoyar a las empresas y qué tipo de cualificaciones se necesitan. Así que lo primero es investigar el fenómeno, comprender qué sectores industriales van a crecer, ver los puestos de trabajo y cuáles son las cualificaciones.

Una vez que tengamos una idea clara de todo esto, creo que las universidades pueden desempeñar un papel importante a la hora de ofrecer a los trabajadores formación para que puedan acceder a esos puestos de trabajo. Pero muchas de estas inversiones en nearshoring requieren empleos que abarquen toda una gama de capacidades. No se trata solo de ingenieros e informáticos, sino también de técnicos y, a veces, soldadores, personas con otro tipo de conocimientos técnicos. Así que creo que las universidades tienen que trabajar con un conjunto más amplio de instituciones que sean capaces de proporcionar formación para la gama de puestos de trabajo que apoyan este fenómeno.

E: ¿Cuál debería ser el papel específico de las universidades en la formación de profesionales para satisfacer las necesidades de las empresas que participan en el nearshoring?
MF: La universidad tiene que hacer varias cosas. En primer lugar, adaptar nuestro plan de estudios para que nuestros titulados adquieran las competencias necesarias para acceder a esos puestos de trabajo. Y esto debe hacerse con flexibilidad y rapidez para que nuestros estudiantes tengan esas competencias. Las universidades también deberían colaborar más estrechamente con la industria para ofrecer a los estudiantes un aprendizaje basado en el trabajo porque, como parte del plan de estudios, pueden trabajar en proyectos relevantes para las empresas, que les permita adquirir esas competencias. Las universidades pueden hacerlo.

Lo segundo que pueden hacer es ofrecer cursos de aprendizaje permanente dirigidos específicamente a ayudar a la gente a pasar a este trabajo que está creciendo gracias al nearshoring y para que las personas que ya están en la industria adquieran nuevas habilidades para permanecer en el trabajo o para ser promovidas. Creo que las universidades pueden desempeñar ese papel. Una cosa que estamos haciendo aquí en el instituto es compartir esta información con un conjunto más amplio de universidades, la taxonomía de las cualificaciones, la taxonomía de los empleos, para que todos podamos trabajar juntos para apoyar este crecimiento del nearshoring y el desarrollo de la reserva de talentos.

E: ¿Cómo pueden colaborar más estrechamente con la industria para garantizar una educación relevante y actualizada?
MF: Las facultades, los profesores y las escuelas deberían interactuar más con la industria para que ésta les asesore sobre los planes de estudio y participe en la orientación de las distintas disciplinas. Esto puede hacerse mediante su participación en el consejo asesor o mediante consultas periódicas con la industria. En el Tec, tenemos un modelo educativo basado en retos y contamos con una red de empresas que trabajan con nosotros para diseñar retos industriales en nuestros diferentes cursos, nuestros programas y nuestras disciplinas.

Es una forma muy buena de implicar a la industria y de que los estudiantes, a medida que avanzan en el proceso de aprendizaje, comprendan lo que busca la industria y desarrollen ese tipo de competencias. La otra forma en que creo que podemos trabajar con la industria es traer a los líderes del sector a las aulas. Tal vez no en un aula física, sino en línea o como sea, pero aprovechando su experiencia en su campo y ofreciéndola a los estudiantes.

E: ¿Cómo pueden las universidades fomentar la internacionalización de sus programas educativos y experiencias de aprendizaje para preparar a los estudiantes no solo para el mercado laboral local, sino también para las oportunidades que surgen en el ámbito internacional como resultado de este fenómeno económico?
MF: Creo que se trata de un área muy importante en la que tenemos que aumentar el nivel de exposición internacional de los estudiantes, porque esta exposición internacional va a ayudar a los estudiantes a entender el mundo de forma más amplia, les abrirá nuevas oportunidades para trabajar en diferentes mercados y entender a diferentes países que trabajan en diferentes mercados, y también promoverá una mayor paz en todo el mundo con este entendimiento mutuo de otras culturas.

Así que creo que las universidades pueden diseñar dentro de su plan de estudios oportunidades para este tipo de exposición internacional. Podría tratarse de estudios en el extranjero, intercambios semestrales, pero también podría ser en línea lo que ahora llaman estudios virtuales en el extranjero, donde hay un periodo de tiempo en el que se pone a estudiantes de la universidad de aquí y de la universidad del extranjero, interactúan juntos o trabajan en cosas, proyectos juntos. Todos estos tipos de exposición serán útiles para crear una conciencia y una mentalidad multicultural internacional en nuestros estudiantes. Aquí en la universidad tenemos muchas colaboraciones con instituciones de todo el mundo y queremos seguir fortaleciendo ese tipo de colaboración, no solo para un pequeño grupo de estudiantes, sino para que haya más intercambios regulares con personas de otros países.

E: ¿Cómo los mexicanos que no tienen acceso a universidades privadas pueden aprender las habilidades que demanda el nearshoring?
MF: Ese es un gran reto porque cuando tú ves las inversiones educativas, las inversiones públicas tienden a estar enfocadas al sistema educativo formal y básico. Cuando se habla de la tendencia a apuntalar, se habla de la necesidad de ofrecer oportunidades de aprendizaje más allá de eso, más allá de los primeros doce a dieciséis años. Creo que ese problema puede abordarse de varias maneras. Una es que la industria invierta también, porque si yo soy una empresa que se expande debido al nearshoring, me interesa asegurarme de que tengo la reserva de talento adecuada y debería estar dispuesta a invertir para proporcionar parte de esa formación.

Pero como soy una empresa, no soy una institución de formación, puedo trabajar con instituciones universitarias o entidades de formación privadas para diseñar los programas de modo que estos talentos puedan venir, formarse y trabajar en mi compañía. Así que creo que necesitamos que el sector privado invierta o incluso co-invierta en ampliar estas oportunidades de aprendizaje más allá de las instituciones públicas.

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